En ningún lugar del mundo el refrán de que quien reparte y reparte toma la mayo parte toma mas vuelo que en la República Dominicana. Un comunicado de Participación Ciudadana a propósito de la nueva ley de derecho al honor y al buen nombre destaca la inequidad del proyecto de marras que da a los funcionarios un tratamiento exclusivo por encima de los comunes, nosotros. Según el citado proyecto para publicar una foto de archivo de un funcionario o legislador habría que pedirle permiso antes de su publicación, pero si el mismo medio quiere publicar una foto de cualquiera de nosotros, rompan fila y que viva el jefe. En contra de todos los criterios se legisla en beneficio particular. Las fotos de políticos con narcotraficantes de narcotraficantes metidos a políticos y cosas por el estilo no serían publicables sin permiso. De la misma manera nuestros políticos se hacen los tontos con p frente a los proyectos que podrían lesionar sus intereses y privilegios. Hoy varios medios indican que le JCE no tiene capacidad de sancionar a los partidos por la campaña a destiempo. Cuando usted escucha la declaración del presidente de la junta se da cuenta de que recuerda que ante la inercia del congreso la junta creó un mecanismo de sanción, porque puede hacerlo, lo sometió a los partidos políticos a quienes no les interesa y por tanto tiene que esperar un plazo de ley para validarlo. Ese plazo vence el 4 de julio. Los representantes de los partidos llevarán eso hasta el ultimo día que se pueda porque no quieren orden. Hoy el Listin trae el gráfico de cómo se repartieron los famosos 150 millones en bonos de a mil del día de las madres. Dinero público al servicio de las clientelas políticas de gobernadoras, alcaldes y legisladores. Una sigue buscando y sigue encontrando en cada espacio de la vida pública dominicana excepciones y exenciones en favor de tal o cual sector a costa del sudor de los comunes. A ustedes y a mi no nos representa nadie porque a los representantes solo le importamos para buscar un voto y desde que son elegidos se presentan como intocables. Puedo citarle como el superintendente de salud se enfrenta al colegio médico y a las clínicas por el copago que hacemos nosotros pero a nosotros nadie nos defiende. Aquí el ciudadano del régimen contributivo paga el 45 por ciento de su gasto en salud. Para eso no hay legisladores. No es para desanimarnos, tocamos esto para llamar de nuevo la atención sobre la soledad del ciudadano dominicano frente a los privilegios que asumen todo el que llega a un puesto donde se pueda decidir aunque sea quien pasa por una puerta.