Leonel Fernández mantuvo la cara crispada a lo largo de las dos horas de debate, como dijimos Abinader con mucho control de su emociones y por causas que no conozco Abel Martínez se mantuvo sudoroso que es lo menos recomendable para estos casos. Abel partió de su autodefinición cuando dijo que no era empresario ni intelectual sino un hombre de acción. Está entre los dominicanos ricos sin tener empresa y sin tener herencia pero eso es lo de menos El presidente y candidato manejo bien sus emociones aunque en ocasiones la prisa por responder le hizo trastabillar y el énfasis pudo reflejar incomodidad La ausencia de corbata y los únicos dos chistes de la jornada en boca del mandatario controlaron los memes. Decir que no ha aumentado la producción de tayotas y que había que finalizar porque invitaba a cenar generaron agrado en el público. Abel suplió sus posibles carencias con preguntas al final de cada turno. Por qué esto o por qué aquello. Leonel evocó sus épocas de buen maestro y para sorpresa de todos solo dijo “algoritmo” una vez. El doctor Fernandez a quien todos reconocemos sus dotes de buen expositor no controló sus emociones y su comunicación no verbal no estuvo a la altura. Los dos candidatos opositores no flanqueaban al defensor de la posición y por tanto no aprovecharon la posibilidad de un ataque conjunto que quizás habría dado un mejor resultado. Abinader en líneas generales salió indemne y con una población agradecida por haber aceptado el debate. El hecho de que en par de ocasiones fuera felicitado por los adversarios es en sí una victoria. Por demás es cierto que ganamos todos y todas