El contrato con Aerodom producto de la nueva negociación anunciada por el presidente Luis Abinader llegó al congreso el martes y dos días después llega la adenda del proyecto de presupuesto en el que se incluyen los nuevos ingresos producto del acuerdo de renegociación. Eso significa que el gobierno da por hecho la aprobación tal como fue remitido y que tal como ha pasado con los préstamos el congreso de mayoría perremeista y sus aliados ni siquiera discutirá por ejercicio los contenidos del nuevo contrato. Un país que tiene casi tres millones de ciudadanos en calidad de migrantes tiene uno de los pasajes aéreos más caros en relación a las distancias de vuelos y eso se atribuye a las tasas por servicios aeroportuarios que ha establecido la empresa concesionaria de los aeropuertos. Un reporte de Diario LIbre de hoy indica que esas tasas le significaron al concesionario la friolera de 670 millones de dólares en 10 de los 23 años del contrato.Con el contrato vigente, Aerodom recibe un total de US$15.30 por pasajero, por concepto de las tasas o tarifas aeroportuarias. Ayer hablamos de los préstamos continuos y tengo la impresión que el tema no le interesa a la mayoría de los ciudadanos quienes al fin y al cabo serán quienes lo pagarán. Lamentablemente nuestros niveles de educación y de apreciación de la vida pública impiden a la mayoría de la población tener una idea real del peso de las decisiones políticas en su vida. Por eso votan por cualquier basura que irá al congreso a levantar la mano y a hacer negocios. Si hay un tema que deberá generar debates en el congreso y debe ser de interés del gobierno de Abinader que así lo sea, es la renegociación del contrato con Aerodom. Ya dijo el presidente que era todo para la empresa y nada para el Estado, ya sabemos que en 10 años se llevaron más de 600 millones, ahora queremos saber que significa una nueva negociación tan a largo plazo como a 30 años. La oposición dice que el gobierno está muy atento al adelanto de 775 millones de dólares que daría una liquidez enorme en un año electoral. Cualquiera con sentido común pensará lo mismo.