República Dominicana es uno de los dos países de América Latina donde disminuyeron los niveles de hambre, el otro es Panamá. Al propio tiempo el tipo de comida que ingerimos nos está matando y más del 60% de las muertes son por enfermedades asociadas a la dieta y el estilo de vida. La grasa, el azúcar y el sedentarismo no está matando. Aunque nos alarmamos por el Covid y enfermedades como el dengue y la malaria ocupan las primeras planas, la obesidad y sus secuelas son lo que nos está matando. Los datos están referidos a un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación y al informe anual del ministerio de Salud Publica. Un tercer estudio publicado hoy por el ministerio de Economía Planificación y Desarrollo explica que RD lidera a América Latina en urbanización y que al momento el 82% de la población reside en áreas urbanas en medio de servicios precarios. La combinación de los datos de los tres estudios indica que conforme la población abandona las áreas rurales para vivir en las ciudades se deprime la calidad de vida para quienes tienen que concentrarse en la marginalidad de la urbe. El emigrante pobre de la zona rural que busca mejorar su vida en las ciudades está forzado a establecerse en las zonas más deprimidas porque sus ingresos son mas bajos. Es relevante que los sectores urbanos más deprimidos reciben 14 horas de electricidad como media por día o que apenas reciban suministro de agua tres veces por semana. Los planificadores del Estado están forzados a entrelazar estas variables para diseñar políticas públicas que garanticen un mínimo de servicios y en algún momento una educación que intervenga el tema de la alimentación. Hace varias décadas que como reportera de Uno más Uno hice un reportaje sobre el desayuno de niños y niñas en la zona norte de la Capital. El reporte daba cuenta como padres y madres encaminaban sus hijos a la escuela y le daban un yaniqueque y un jugo azucarado como desayuno. En esa época supongo que se hacía por comodidad, hoy no sé cual es la realidad pero sí cual es el resultado. Yo no sé qué se ofrece de desayuno en el sistema escolar pero sería bueno saber cuanta azúcar y cuanta harina se incluyen. El informe de la FAO indica que la reducción de los niveles de hambre en RD obedece no solo a la acción del gobierno sino a la presencia de los productores que ha permitido el acceso a alimentos a costos menores que en otros países. En nuestro país es muy difícil pensar en políticas de largo plazo. Nadie calculará cuanto le cuesta al estado el aumento de las enfermedades causadas por una dieta inadecuada que empieza en la niñez. Chile, Uruguay, Colombia y México han empezado a tomar medidas encareciendo el precio de las bebidas dulces, forzando la alimentación escolar a lo que se considera su dieta tradicional e incluyendo temas de dieta en el currículo para niños y niñas. No sé cuando pasará en RD pero los números dicen que hay que pensarlo.