En octubre del año pasado Rafael Paz publicó en su cuenta de X que estaba callado, observando y reflexionando luego que su partido la Fuerza del Pueblo reservara la candidatura a la alcaldía del Distrito Nacional a la que desde meses antes dijo aspiraba. El párrafo con el anuncio es del tamaño de su ego: “En los próximos días, luego de concluir conversaciones con mis equipos políticos y la alta Dirección de la Fuerza del Pueblo, estaremos convocando una rueda de prensa para comunicar las decisiones que tomaremos en función de la coyuntura actual”, dijo. No tengo que decir que Domingo Contreras fue el candidato de la FP porque eso es historia y la candidatura a la senaduría del distrito a la que aspiró Paz cuando era peledeísta está en las manos del hijísimo Omar Fernández. Una candidatura a diputado fue para Paz un premio de consolación en una vida política que no ha estado acompañada de la suerte. En política la suerte es una categoría histórica. El pasado viernes el tribunal superior electoral le dio el palo de la gata junto a tres aspirantes más al despojarle de su candidatura. El TSE dispuso que la JCE inscriba como candidatos a diputados del partido Fuerza del Pueblo y aliados por la circunscripción 1 Distrito Nacional a las personas ganadoras del proceso de encuestas. De paso regañó a la JCE por "incumplir su obligación de verificar la documentación base que sustentaba dicha propuesta" al momento de analizar las candidaturas que presentó la Fuerza del Pueblo. En ese sentido, el Tribunal ordenó que la JCE "inscriba como candidatos a diputados del partido Fuerza del Pueblo y aliados por la circunscripción 1 Distrito Nacional a las personas ganadoras del proceso de encuestas que son: Andy Roberto Morales Rivera, Francisco José Guillén Blandino y Robert Martínez". O sea que ni Paez ni Seliné Méndez ni mi amiga Katiuska Morel ganaron las encuestas internas que fue el método escogido por la FP para escoger sus candidatos en esas demarcaciones. La reacción de Paz fue que había un plan macabro contra sus aspiraciones. Y esa reacción da la impresión de que es la única victima y no lo es. SEgún me dicen el partido puede sacrificar una reserva e inscribirlo como por esa vía. Habrá que esperar entonces si el plan macabro en su contra incluye a su propio partido.