Hace un año que Danilo Medina decidió que Abel Martinez sería su candidato para liderar la boleta presidencial del PLD. Por suerte yo lo predije con tiempo y si buscan en los archivos de SM recordarán que mi argumento fue que entre los candidatos reales que eran Margarita Cedeño, Dominguez Brito y el propio Abel Martinez, el ultimo era el que no tenía vida propia y por tanto su candidatura estaría amarrada a la voluntad de Danilo. Picando delante de todo el mundo, bajo el eufemismo de la consulta interna, Abel no ha logrado prender ni un bombillo. La última encuesta publicada ayer le da un magro 12%. Ni siquiera la mitad de la aceptación que logró el otro candidato danilista, Gonzalo Castillo hace tres años. En las cercanías de Abel se dice que trabaja para el 28, pero la verdad es que no hay 28 sin 24 y no habrá ninguna fecha si el partido no sobrevive. En ese partido hay una insurrección soterrada que ya está aflorando. El control que el danilismo estableció y que logró sacar a Leonel Fernández y su entorno no existe y la dirección está dando notas de un loco viejismo político peligroso para la supervivencia de esa organización. Ayer pasaron dos cosas: por un lado expulsaron de manera deshonrosa y de por vida a Humberto Salazar acusado de un discurso contra el candidato y el partido; por el otro lado el candidato a la alcaldía de SJM, Lenin de la Rosa dijo que sin una alianza no se iba para parte y que muchos candidatos renunciarían a sus aspiraciones porque nadie quiere sacrificarse. Mis fuentes indican que De la Rosa actuó como vocero. Hay mucha gente pensando lo mismo y dispuesto a lo mismo. En el PLD el danilismo representó el llamado pragmatismo político o lo que es lo mismo el oportunismo en la toma de decisiones. La expulsión de Humberto Salazar por sus críticas públicas refleja que Danilo y su entorno no quieren disidencia ni siquiera de quienes en algún momento fueron colaboradores muy cercanos y Humberto lo fue. Hay gente que no conoce el papel de Salazar en el proceso que llevó al PLD al poder. En ese momento desde el PRSC y desde sus vínculos cercanos con Guaroa Liranzo. Aunque con frecuencia acabe conmigo no seré mezquina en reconocer el talento y la formación del médico que fue parte de uno de los últimos intentos de Balaguer por darle contenido a su partido. Salazar se formó políticamente y esa formación reaccionaria y conservadora, pero formación al fin y al cabo, se puso a la disposición del PLD. Muchos me dirán que en el PRM hay otro levantamiento por el lío de las encuestas y las candidaturas pero no es lo mismo. Ayer les dije que era gente haciendo bembita. Con Abinader firme en un 55% los números le dan un control absoluto de ese partido.