Con excepción de Fidias Aristy, cuyo perfil solo dice que es abogado y miembro de la iglesia evangélica, los nuevos jueces del Constitucional vienen del mundo del derecho, de la academia, de los tribunales y pueden mostrar experiencia acumulada. Me alegró mucho ver a Bauta Rojas abandonar la sesión del Consejo de la Magistratura en protesta por considerar que no valía la pena estar ahí porque su presencia no cambiaría los designios. Es el papel de la oposición en minoría y supongo que Bauta ha hecho un curso de oposición porque después de 20 años en el poder haciendo y deshaciendo hay que aprender de nuevo. No sé quiénes eran los posibles candidatos de la FUPU o del PLD dado que el diputado Fadul abandonó el espacio más tarde. Aunque en su caso creo que tenía prisa por llegar al play en un momento en que parecía que las águilas ganaban y tendrían más capacidad de sobrevivir que la que tiene su partido y su candidato. De los cinco escogidos como nuevos titulares del constitucional el único con militancia conocida es Fidias Aristy, reformista activo, que fue secretario general de la liga Municipal se dice que por herencia de su primo Amable y que hace unos años sonó como candidato a senador por la provincia Santo Domingo pero en la boleta del PRD de Miguel Vargas. Un amigo que hizo la tarea por mí me explicaba de manera simple que evaluara el background de los cinco que se van frente a los cinco que entran y con la excepción del mentado Fidias el uno a uno de los otros cuatro es más que convincente. El pensamiento conservador sigue primando aunque se incorporan dos liberales que ustedes descubrirán más adelante. Contrario a lo que pasa en Estados Unidos donde una parte importante de la población entiende el peso que tienen las decisiones de la Corte Suprema, en RD todavía las mayorías no entienden que estos tribunales deciden sobre sus vidas. No conozco a Napoleón Estévez, que es el juez de la suprema que lleva el caso de los diputados, espero que sea juez, que no ande de recepción en recepción con una copa en la mano, que no se retrate con ricos sobre quienes después deberá tomar una decisión. En fin, que por primera vez tengamos un constitucional sin relaciones públicas más allá de las sentencias.