La empresa Central Romana Corporation anunció un aumento de sueldos para sus trabajadores de 18 por ciento en los próximos tres años lo que equivale a un 6% anual, más o menos la tasa promedio de inflación del país o algo menos. Ese aumento es parte de un pacto colectivo con los trabajadores representados por el Sindicato Unido de la empresa que es una entidad que la mayoría de los trabajadores consideran no los representa. Los descuentos por nómina que hace la empresa a favor del sindicato suponen una cifra entre 7 y diez millones de pesos al año, según nuestras fuentes. Central Romana tiene unos 20 mil trabajadores. Ese “aumento de sueldo” es la primera medida anunciada por la empresa que como dije hace una semana inició acciones para superar la suspensión de sus exportaciones a los Estados Unidos. Y hay mucho interés es resolver eso. Estados Unidos subsidia la producción azucarera local con hasta un 40% del costo de producción. Ese subsidio pagado por los consumidores norteamericanos hace que el costo del azúcar sea el doble que en el resto del mundo, pero el uso del dinero público permite la intervención de terceros que es lo que ha pasado en este caso. La familia Fanjul, propietaria de CR maneja alrededor del 30% del mercado del azúcar de los Estados Unidos. La protección norteamericana establece aranceles altos para empresas extranjeras y el beneficio de una cuota preferencial que este año es más grande porque eliminaron a Nicaragua de ese beneficio. El gobierno dominicano estaba informado de la presión sobre CR y por eso anunció el aumento de salario de los trabajadores azucareros de 198 a 400 pesos por la ocho horas. No se habló de horas extras que, según las denuncias no se pagan. Los cinco puntos sobre los que se estableció la penalidad fueron: abuso de vulnerabilidad aislamiento retención de salarios condiciones de trabajo y de vida abusivas horas extra excesivas Las organizaciones que impulsaron la sanción demandan: No más trabajo forzoso, documentar a los trabajadores, incluirlos en seguridad la social y eliminar la guardia particular de la empresa que actúa, según ellos, por encima de la ley y de las instituciones dominicanas. Esta sanción es el segundo fracaso de la empresa azucarera que en el 2020 intentó obtener el sello de calidad Bonsucro que certifica la producción azucarera sostenible. Pasada la oleada pseudo nacionalista que no reconoce las precarias condiciones de trabajo sobre todo en el área agrícola queda la realidad de una empresa que no se puede dar el lujo de perder la gallina de los huevos de oro. Algo bueno quedará de este proceso en el que los medios dominicanos no participan mas allá de las declaraciones de la empresa. Ustedes pueden estar seguros de que las condiciones de los trabajadores mejoraran y no por el famoso sindicato.