El movimiento Participación ciudadana se ha hecho eco del “temor que crece en la ciudadanía de que los esfuerzos que se realizan por parte de un Ministerio Público independiente, sean echados al zafacón por jueces complacientes, comprometidos o excesivamente inclinados hacia figuras del poder, protegidos por legiones de abogados, muchos o algunos de los cuales son pagados con los recursos sustraídos” Un país donde se vendió un barrio con la gente adentro, dos empresas multinacionales reconocieron sobornos sin que los jueces encontraran a los sobornados y un caso de corrupción que, como el de la OMSA, terminó en asesinato o tenemos los peores fiscales e investigadores del mundo, lo cual es posible, o los compromisos de la judicatura con el pasado corrupto en el que hicieron sus carreras no les permite condenar a nadie. La magistrada Yeny Berenice Reinoso utilizó el termino “Jurisprudencia de la Corrupción” para calificar los resultados de los tribunales dominicanos que no encuentran el camino de condenar a los ladrones del erario sean estos políticos o sus socios.