Ayer estuve en Baní y en una de las conversaciones con gente conocida una persona me explicaba no como denuncia sino como algo normal que tuvo que pagar a un tercero para que acompañara a un familiar al médico y que tuvo que hacerlo en dos ocasiones. La persona es trabajadora doméstica y no puede darse el lujo de faltar a su trabajo para acompañar a un hijo enfermo y le paga a otra persona para que lo haga. Ella debe ser uno de los ejemplos del pastor Ezequiel Molina, de mujeres que por trabajar fuera de casa no pueden atender a sus hijos. Es víctima de la pobreza, víctima de gente como el pastor Molina y es víctima del sistema de salud de la República Dominicana que no avanza a pesar de los reiterados anuncios de cualquier cosa de todos los gobiernos y del colegio Médico. Después de un intento de huelga de hambre que no es ninguna novedad en las cuchucientas gestiones del doctor Waldo Ariel Suero en el colegio Médico, el sábado se llegó a un acuerdo con el gobierno para evitar una nueva paralización del sistema. Ese acuerdo que aumentará los sueldos del personal médico en un 25% no establece a cambio ningún compromiso de esos profesionales con el sistema de salud y mucho menos con los usuarios del sistema. Y no es que me oponga a que los médicos del sector público tengan buenos salarios, es que cuando uno escucha historias como las de mi amiga doméstica se le caen las alas del corazón. Ella perdió un día de trabajo que le dieron permiso para llevar a su hijo al hospital Nuestra Señora de Regla de Baní pero lo mandaron a un especialista de medicina interna y ella no podía faltar dos días. Pagó un día a una personas para que llevara al enfermo y el médico no fue y tuvo que pagar por otro día en que por fin el especialista lo vio y no pagó por más porque el paciente murió. Un trabajo del profesor Arismendy Díaz Santana explica la característica unilateral del acuerdo entre médicos y el gobierno. El especialista explica que en dicho acuerdo el gobierno se compromete a 14 puntos empezando por el aumento salarial del 25%, continuar la construcción de apartamentos para médicos, reconocer derechos a pensión, aumentar los incentivos por distancias, y la entrega de 25 millones de pesos para el Instituto de Prevención y Protección Social del CMD, más un largo etcétera. En cambio, el CMD solo se compromete a "incentivar" el cumplimiento de las jornadas laborales establecidas, y a "no oponerse" al monitoreo con medios electrónicos u otras vías a la verificación del cumplimiento de las jornadas laborales establecidas. NO SE HABLA DE PRODUCTIVIDAD, DE EVALUACIÓN DE RESULTADOS, NI DE RENDICIÓN DE CUENTAS. Por lo que leemos no hay que ser tan experto como Arismendy para saber que el sistema de salud no mejorará para los pobres y que miles como mi amiga seguirán pasando trabajo en los hospitales públicos.