Por rigor profesional rara vez comparto con ustedes la declaración de un funcionario o un político o empresario por entender que el periodismo parte de hechos concretos y las declaraciones son opiniones personales. Por eso no he compartido con ustedes todo lo que ha dicho medio escenario político y o económico dominicano sobre la cancelación de las exportaciones del Central Romana a los Estados. Nada de lo que ha dicho medio mundo en el país cambia nada y en Central Romana lo saben y su comunicado fue muy moderado. En medio de la alharaca que se ha formado llama la atención que el gobierno dominicano que rápidamente contestó, vía cancillería, el comunicado de la semana pasada en que Estados Unidos acusa al país de discriminar personas por el color de su piel, ahora no ha producido una reacción oficial. Lo más cercano a eso fue una declaración del ministro de agricultura, Limber Cruz, quien dijo estar esperanzado en que la medida sea revocada. El ministerio de trabajo que es la autoridad local que puede desmentir con algún tipo de datos el recursos gringo no ha dicho esta boca es mía. Resulta curioso que los posibles candidatos presidenciales no han dicho esta boca es mía. Y en ese paquete están Abel Martínez, Leonel Fernández y el propio presidente Abinader. Ayer Leonel Fernández reaccionó a lo que pasó el sábado pasado y no a lo que pasó anteayer lo cual es una curiosidad. Se hace evidente que más allá de las calenturas de los políticos de la medianía y de los opinadores profesionales, la gente que tiene expectativas de poder no quiere quemar las naves en pro del grupo Fanjul que es el propietario del Central Romana. Hoy el muy influyente diario NYT trae un amplio reportaje sobre la situación en el que destaca los vínculos políticos de los Fanjul en Washington y sus capacidades de cabildeo entre republicanos y demócratas. También ofrece datos concretos, no declaraciones, sobre las viejas imputaciones que fundamentaron la medida. Supongo que hoy también habrá locales que desmientan al coloso de NY cosa que de seguro no harán los Fanjul. Por lo que dice el Times es muy posible que ya exista una negociación entre la empresa y las autoridades norteamericanas para solventar la situación dado que las importaciones desde RD están favorecidas por un mercado preferencia a sobre costo por las regulaciones norteamericanas que permitirían incluso la entrada del producto más barato a Estados Unidos. Romana que no es La Romana donde cualquier dominicano tiene un primo o una prima, parece ser la fuente ideal de nuestros escarceos internacionales pero desde nuestro país se insiste en los mismos errores. Ahora evoco los incidentes por la muerte de turistas que el gobierno de entonces trató de obviar con una campaña de sus bocinas lo que hizo que el agua llegara al cuello. Por suerte para quienes dependen del Central Romana ahí hay cabeza fría para enfrentar los problemas y eso están haciendo.