El líder norcoreano Kim Jong Un visitó Rusia y se reunió con el presidente Vladimir Putin en un intento por fortalecer las relaciones entre ambos países, especialmente en el ámbito militar. Durante la visita, Kim aseguró a Putin que Rusia logrará una "gran victoria" contra sus enemigos. Esta reunión excepcional ha generado expectativas sobre el papel que Rusia podría desempeñar en la resolución de la crisis en la península coreana.