En medio del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, miles de gazatíes perdieron su permiso de estancia en Jerusalén. Muchos fueron detenidos, enviados a Cisjordania o devueltos a la Franja. Sin embargo, unas pocas decenas de personas, en su mayoría enfermos de cáncer, permanecen en un hospital de Jerusalén Este a pesar de la presión israelí. Estos pacientes esperan el fin de la guerra para regresar a sus hogares en Gaza.