Ayer al cerrar el acto de solidaridad con la procuradora General de la República, mi compadre Marino Zapete dijo dos cosas: La primera es que la presencia de doña Miriam al frente del Ministerio Público incomoda a los que estaban y son investigados por Robo al erario e incomoda a los que están y quieren hacer lo mismo. La segunda cosa que dijo Zapete fue que por experiencia propia sabe que las amenazas se disfrazan y que desde la era de Trujillo se pone a un loco viejo a amenazar para que, en caso de que se intente prevaler dicha amenazas, el loco viejo pague los platos rotos. El planteamiento no es una novedad pero es una aclaración que nos obliga a reflexionar sobre el momento en que vive el país y el papel de los ciudadanos que creemos en el futuro de la democracia. La advertencia de Zapete se fundamenta en la posición de la mayoría de los abogados del PRM quienes rechazaron la designación de Germán por considerar que no actuaría con la lealtad necesaria hacia esa organización. Eso no es noticia porque también circuló públicamente. Lo que queda claro en las participaciones de Lissy Sánchez, Fafa Taveras y Zapete en el acto de ayer es que la sociedad dominicana se debate entre el pasado comprometido con la impunidad y un presente esperanzador pero frágil. La fragilidad de este intento de superar la tradicional impunidad está enmarcada en la perspectiva de los políticos dominicanos de que al estado hay que ir a “hacerse” que es el eufemismo para ir a robar y ese hacerse ha sido posible porque nunca antes un ministerio público investigó y sometió a quienes le robaron al estado. Hay que reconocer que los niveles de corrupción en esta administración han mermado, pero esa merma no es por la vocación de los políticos profesionales del PRM sino por la decisión del ejecutivo y la acción del ministerio público que ha actuado sin contemplación. La campaña interna del oficialismo es la mejor muestra de nuestra afirmación. Gente que ha tenido que abandonar un puesto por denuncias de irregularidades o por su vinculación a actos dudosos está optando de lleno por una candidatura y hay muchos compañeritos ayudándoles. Gente que busca lo suyo a distintos niveles. Los ciudadanos que nos hartamos del robo con relaciones públicas en los gobiernos del PLD somos la mayoría pero esa mayoría no se expresa ni en el congreso ni en ninguna esfera de poder político, porque ese es el escenario de los partidos. Cada vez hay menos gente que se identifica con los partidos, pero los partidos no se dan cuenta. En ningún lugar del mundo pasaría lo que pasa en RD pero aquí pasa. Quienes defendemos la vida y las acciones de MGB en el ministerio público la estamos defendiendo a ella y en ella a la democracia.