La decisión del Tribunal Superior Administrativo que revoca el concurso para la elección de fiscales realizado por el ex procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, casi al momento de su salida es un paso de avance en el proceso de limpieza del ministerio público lastrado por el aparato corrupto que creara el hoy preso en Najayo. Este concurso en el que igual que el del 2018 solo tenía como meta controlar las principales fiscalías del país fue objetado y hasta ayer hubo una sentencia. Son once fiscalías. El Consejo del Ministerio Público deberá ahora evaluar las titularidades del 2018. Aquel concurso que nos costó el trabajo a Febles Nieves y quien les habla. Hay que recordar que en ese momento la diputada y ex asistente de Danilo Medina, Miriam Cabral, había urgido a Yanalan Rodríguez sustituir a 33 de sus ayudantes. En los días subsiguientes casi se cambió la totalidad del MP y de paso el control del organismo acusador quedó en manos de leales a YANALAN que es igual a leales a Danilo. Un joven abogado investigador de esos que labora seis días a la semana en jornada extendida me ha dicho de manera reiterada que la única parte difícil de su trabajo es cuando pasa por un grupo de esos leales al danilismo corrupto y depredador que les dicen “no se afanen tanto que les quedan dos años. Cuando uno escucha a gente que dice que hay que agradecer al perínclito de Villa Juana el ministerio Público independiente tiene que pensar en estos concursos que violaron todas las normas simplemente porque el Danilismo quería garantizarse impunidad. Como no soy profesional del derecho no manejo los plazos de este proceso pero es posible que esa gente que ha dicho reiteradamente que quedan dos años se pueda retirar antes. Puede que alguien creyera que todo ese proceso de control de las instancias del MP fue un juego de la mente del ex procurador pero Miriam Cabral lo desmiente. El poder que tuvo esa legisladora no estaba asociado a su condición de diputada sino a sus vínculos con Medina. Si Miriam se cansó de 33 fiscales quien se cansó realmente fue Danilo Medina. Un adecentamiento del ministerio público en función de la profesionalidad de sus titulares redundará en una justicia más eficiente que nos merecemos todos pero además bajará la carga de un grupo reducido al que quizás ya no le digan que le quedan dos años.