Si el ministerio de vivienda techó una sola casa ayer en Higüey o El Seibo está haciendo historia. En un país en el que oficialmente existen damnificados de los huracanes George y David. Devolver un techo a 24 horas es, sin duda, una proeza. Si las 21 escuelas designadas como refugios en las provincias tocadas por el huracán Fiona son habilitadas esta semana y el año escolar que inicia hoy se retrasa unos días y no meses o años, de nuevo estaremos haciendo historia. La ultima referencia de fenómenos tropicales fue el paso de las tormentas Olga y Noel en el 2007. Los damnificados de ambos fenómenos duraron meses en dos escuelas de Villa Altagracia. Por el paso de Noel murieron 73 personas y otras 43 resultaron desaparecidas; unas 64,096 personas fueron evacuadas y 1,526 rescatadas. En tanto que Olga dejó a 14 muertos en todo el país, afectando por igual a 34,480 personas que resultaron damnificadas. 6,896 casas fueron dañadas. Sus lluvias afectaron más a la provincia Santiago, debido al desagüe de la Presa de Tavera por parte de las autoridades del Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos. Que nos digan que el año escolar que oficialmente inicia hoy en todo el país se retrasará solo unos días en las provincias afectadas por la emergencia habla de una recuperación que, siempre será dolorosa para los afectados, pero que da cuenta de una rápida normalización de las actividades. Tan rápida que el comunicado de ayer de la Cámara de cuentas con una postura unificada está tan en la primera plana como todo lo que tiene que ver con el paso de Fiona. La Cámara de cuentas nunca fue noticia a pesar de que nació con la República, hoy compite en espacio mediático con un huracán. La denuncia de acoso laboral contra su presidente depositada en Procuraduría ha hecho más por los derechos de las mujeres trabajadoras en la República Dominicanas que miles de plantones y protestas del movimiento feminista. Tanto es así que comunicadores y medios tradicionalmente negadores de derechos se han sumado entusiastas a defender a las denunciantes. Las mujeres dominicanas nunca tendremos con que pagar el sacrificio de esas dos jóvenes. Con la denuncia en la Procuraduría y la fiscalía inicia un proceso que no sé cuanto dura y en el que las posibles víctimas deben contar con toda la solidaridad del movimiento de mujeres. Con el acuerdo, anunciado ayer, se advierte que por ahí no fueron afectados por el huracán y que es muy posible que en los próximos días salga una de las temidas auditorías. Una cosa no debe detener la otra. La sociedad dominicana solita ha convertido con este caso sus debilidades en oportunidades. Gente que nunca se preocupó por la Cámara de Cuentas ni siquiera cuando se inició la operación Caracol contra los antiguos titulares ha ocupado mucho tiempo en tratar este tema. Legisladores y periodistas que siempre han estado contra los derechos de las mujeres ahora se suman a la lucha por nuestras reivindicaciones. No hay duda de que estamos en un proceso de cambio en la sociedad que no tiene nada que ver con el gobierno que ya tiene dos años. A pesar del huracán tenemos que celebrar y celebrarnos. Sobre todo porque en los próximos días: sale auditoria.