Miguel Vargas no tiene una voz agradable, ni un verbo que motive a la escucha. Es un hombre corto de palabras, hábil en los negocios (Sobre todo con el Estado) que gracias a su asociación con el PLD se quedó con la personería jurídica del Partido Revolucionario Dominicano. El Tribunal Superior Electoral controlado por el antes poderoso partido morado le dio 36 ganancias de causa hasta que ganó una batalla por cansancio y los perredistas se dieron cuenta que tenían que irse de ahí. Vargas Maldonado hablará esta tarde como mediador de la alianza PLD-FUPU-PRD que entre otras cosas establecerá en febrero cuál es el tamaño de la oposición política en este país. No creo que hay mucha gente que se sienta a escuchar un discurso de Vargas Maldonado pero el interés por saber la dimensión de los acuerdos le va a generar esta tarde una de sus mejores audiencias sino la mejor. Si el Bloque opositor es PLD-FUPU-PRD más los aliaditos ya anunciados por la FUPU será un bloquecito. Aun asi esa alianza le permitirá al antiguo oficialismo la posibilidad de mantener o recuperar plazas municipales y espacios en el congreso que ahora se ven distantes. Si una frase escuchamos los dominicanos y dominicanas durante mucho tiempo fue: “Aquí no hay oposición”. Las dos décadas de exito electoral del PLD, la creación de un sistema de control social a través de opinadores pagados que definían la agenda pública y una asociación con un sector empresarial pusilánime que baila al ritmo de intereses individuales, sirvieron para desmantelar por una vía o la otra a las principales fuerzas políticas antes de su advenimiento al poder. Se tragaron primero a los reformistas con el Síndrome del sobrecito, magistralmente definido por Modesto Guzmán y luego al PRD con el sobre-sote para Vargas Maldonado. Sin los dos partidos grandes lo que quedaba era un reducto de izquierda y los partiditos lapa que bailan al son de los fondos públicos. Por eso LF dijo orondo que el PLD gobernaría hasta el 2044. No sé porque se dijo esa fecha pero esa fue. Veinte años antes de esa meta, o sea el año que viene, el panorama es curioso. Una nota publicada hoy por el colega Manuel Espinosa Rosario en el diario HOY indica que por primera vez desde su fundación, el PLD no tiene un solo aspirante a la senaduría de esa demarcación y se dice que Lucía Medina que enfrentó a Felix Bautista ahora insistirá en una diputación. Eso no solo ocurre en San Juan, parece que, en muchos lugares, nadie quiere arriesgar la faja en candidaturas municipales o para senadurías. 126 municipios de 158 que hay en RD son una gran alianza. Ahora bien, recién publicado el censo sabemos cómo la población dominicana se concentra en cinco provincias. Si esas provincias no bailan en la fiesta no habrá ni febrero ni mayo.