Cuando el panorama electoral está definido en el nivel presidencial y los plazos para el registro de candidaturas por alianzas y reservas terminan en 14 días, la única pregunta que queda es ¿quienes ocupan las posiciones reservadas que aún no han sido dadas a conocer? Y no tiene que ver con las decenas de reservas previstas por la ley sino en lo fundamental quienes ocuparan las boletas de las senadurías por el partido oficial en el Distrito Nacional y Santiago. Si tuviera de billetes el número de personas que me han preguntado si tengo información sobre esos casos, tendría un par de pesos. La especulación gira en torno a la posibilidad de que Guillermo Moreno sea candidato del Distrito y Julio Cesar Valentín por Santiago. El hecho de que Moreno, candidato presidencial desde el año 2012, no haya sido proclamado aumenta la especulación. Aunque técnicamente todos los senadores son iguales y cuando levantan la mano es un voto. Los vínculos de los senadores de esas demarcaciones con los llamados poderes fácticos dan un valor de representación diferente. Santiago y el DN concentran las actividades económicas más importantes y son las sedes de los pequeños o medianos conglomerados económicos dominicanos. Son la sede del poder. Quienes representan a esas demarcaciones generan vínculos permanentes con actores políticos y económicos que nunca lo harán con algunos representantes de provincias modestas. El caso del Distrito Nacional es paradigmático porque la presencia de Faride Raful esperanza la participación femenina en una administración que como la de Abinader brilla por la falta de mujeres. Esto a pesar de que hay más mujeres en el padrón de electores aunque no así conciencia de la propia representación en términos de género. La mayoría de las mujeres que aspiran a puestos electivos se caracterizan por ser anti derechos de las mujeres. Lo de Valentín en Santiago mata dos pájaros de un tiro. Llevarían un candidato con experiencia y vínculos con la sociedad Santiaguera y debilita aún más al ya frágil candidato del PLD. Falta poco, muy poco.