La excelente periodista que es Tania Molina desnuda hoy la educación dominicana diciendo lo que todos y todas intuimos y es que el nivel de aprendizaje de nuestros niños y niñas está asociado al nivel económico de sus familias. Niños y niñas de los grupos de más altos ingresos tienen los niveles de satisfacción más alto respecto a los conocimientos esperados en las asignaturas básicas de nuestro currículum. Eso señores manda al carajo a la educación pública porque, aunque siguen existiendo escuelas públicas de referencia, lo cierto es que de clase media hacia arriba nadie envía sus hijos a la escuela pública ni siquiera los maestros y maestras que trabajan en ella. El reportaje de Molina en Diario Libre de hoy deja claro que el sistema educativo dominicano es un reproductor de la pobreza. El handicap de no obtener los conocimientos mínimos para acceder a determinados niveles de enseñanza no se supera nunca. Ayer los rectores de universidades explicaron las condiciones en las que llegan miles de jóvenes a la universidad y como solo una elite adquiere los niveles necesarios para un ejercicio profesional aunque todo el mundo termina graduándose. Por eso tenemos pilas de titulados pululando por las calles con titulo que servirá para poco. La educación es el método ideal para el ascenso social en el mundo entero. El hecho de tener una certificación de determinados niveles de conocimiento debe ser una garantía de un espacio laboral determinado. De hecho en algunos países el salario mínimo está establecido en función de los niveles de formación profesional. Hay muchas causas para explicar porqué niños y niñas de menor ingreso tienen peor desempeño. Recuerdo cuando la ADP demandaba el desayuno escolar y atribuía la falta de rendimiento al hambre. Ahora hay desayuno y almuerzo pero no educación de calidad. Se han dedicado miles de millones de pesos a la construcción de aulas donde es evidente que hay paredes pero no conocimiento. El tema es de largo plazo pero en algún lugar hay que comenzar. El gobierno de Abinader está en su tercer año y el estudio dice que en educación está en el mismo lugar que lo dejó Medina o peor. Los maestros y maestras son los profesionales con mayor seguridad jurídica y económica en la RD pero eso no se traduce en calidad. Son los únicos profesionales que se jubilan con el sueldo completo y su ultima lucha es porque los jubilados con sueldo completo se actualicen periódicamente. Desde que el Gobierno comenzó en 2013 a destinar el 4 % del Producto Interno Bruto para la educación preuniversitaria, más de la mitad del presupuesto ejecutado por el Ministerio de Educación se ha ido en gastos directos de personal como sueldos fijos. Educa proyecta que al ritmo que van las demandas magisteriales y otro personal en unos años el 80 por ciento del gasto en educación será para sueldos. La población está conminada a demandar una intervención que garantice que la educación será el mecanismo de ascenso social y no el reproductor de sus miserias.