La apreciada Nashla Bogaert armó un alboroto la semana pasada cuando posteó que había sido designada como cónsul y aunque luego terminó en broma la mayoría de los informativos le puso asunto al tema. Yo la verdad no entendí la alharaca mediática y mi falta de entendimiento está asociada a mi falta de información sobre la salud económica de los cónsules. El pasado lunes un dominicano residente en España nos remitió una serie de documentos que a su juicio evidencian una mafia en el consulado dominicano en Barcelona pero que al buscar información sobre el caso me di cuenta de que no es una mafia sino una práctica. La denuncia que aporta los documentos de las distintas recaudaciones del citado consulado explicando su concepto, por una parte, y el monto remitido a la cancillería por esos ingresos indica que el cónsul se queda con una media del 60% por ciento del ingreso del consulado. Eso señores es un montón de dinero y en dólares. Según los documentos a que tuvimos acceso y que les compartiré en un momento la recaudación promedio del consulado dominicano en Barcelona es de unos 34 mil dólares cada mes. Los documentos indican que el cónsul remite a la cancillería unos 8 mil junto a un informe de esos ingresos. Dicho cónsul se queda con un promedio de 20 a 22 mil dólares cada mes. El monto total en los primeros diez meses del año pasado fue de 340 mil 587 dólares y lo remitido a cancillería 127 mil. La diferencia a favor del cónsul es de 212 mil dólares en diez meses. Mis fuentes indican que noviembre y diciembre que son los meses que no recibimos documentación son los meses de zafra. Yo recuerdo que en el primer gobierno de Leonel Fernández una de las propuestas de campaña era limitar la discrecionalidad de los cónsules tanto para las tarifas por servicios como para el uso de los recursos generados por los servicios que deben ofrecer. Eso se quedó en el aire y no se podía esperar que HM generara cambios. Al regreso del PLD al poder ya Fernández había asumido plenamente el esquema clientelar y es evidente que Luis Abinader 19 años después tampoco quiere enfrentar ese asunto. El puesto de cónsul sigue siendo un botín político cuya discrecionalidad afecta las comunidades dominicanas en el mundo entero. Estados Unidos y España son la Meca. La cancillería está tratando de establecer un esquema de sueldos para prohibir las cuotas discrecionales por servicio y los negocios paralelos pero eso no ha progresado y no va a progresar porque la política dominicana cada vez es más cara y esa es una fuente de ingresos para esa política cara. Me dicen que es una de las razones por las que el canciller es altamente impopular entre las bases peremeistas del exterior que quieren seguir guisando. El consulado es un privilegio para pagar favores políticos en el que el partido de gobierno le paga a uno de sus miembros con los recursos que genera el sudor de migrantes.