En la mañana de hoy hay dos temas ambientales que deben ser tratados como emergencia por las autoridades dominicanas. Personalmente aspiro a que los responsables de los crímenes ambientales que hoy mantienen encendidos tres fuegos en la sierra de Bahoruco paguen por un crimen de lesa humanidad. La sierra de Bahoruco como parte de la Reserva de Biosfera del parque nacional de Jaragua es el área de mayor biodiversidad en la isla hispaniola. El bosque nublado de su parte alta es la única forma de captura de agua para las personas que viven en la parte baja. Quien camina por el sur sabe que después que cruza Enriquillo no encuentra un chorrito de agua hasta llegar a Pedernales. La falta de agua es el gran reto para el desarrollo turístico de Pedernales y hay perdernalenses dándole candela a la sierra. El individualismo exacerbado por la dureza de la vida en el sur tiene que entender que el compromiso por el desarrollo está por encima de sus propias ambiciones, ambiciones propias de la miseria. Quemar el Bahoruco debe llevar gente a la cárcel y los perdernalenses si quieren sobrevivir deben denunciarlo. Esa gente tiene que pagar por un crimen ambiental. Ahora mismo usted va a Pedernales y en todas las casas hay tinacos, cisternas, aljibes o tanques para guardar agua El otro crimen lo está cometiendo un riquito de Banì que es más fácil de identificar. Hay que ser un ambicioso descerebrado para negociar con la arena de las dunas de las calderas. Hubo algún momento en que la gente de Baní y sus alrededores no entendían el valor de las dunas para la seguridad costera de la isla. El esfuerzo de unos cuantos y la conciencia de muchos logró que las dunas fueron llevadas al esquema de áreas protegidas, pero hay un comerciante banilejo que se mete el área protegida por donde no le da el sol porque quiere vender arena y ese empresario tiene socios. Los camiones que cargan arena entran a las dunas a través de las fincas colindantes que le permiten hacer su operación y que incluso tienen portones de acceso. A la puerta por donde entran los delincuentes no puede entrar la autoridad porque es propiedad privada. No hay que ser técnico de la nasa para identificar a estos depredadores ladrones de lo que como la naturaleza es de todos. Esa gente se merece un tránquelo de las autoridades o un desprécienlo de la ciudadanía.