La crisis en la frontera ya tiene un primer impacto y es el anuncio de que bajará el precio de los huevos. El lunes en nuestro diálogo vespertino en El Patio, les dije que no conocía de ningún diferendo fronterizo que no se resolviera en una mesa. Los países, incluidas las grandes potencias mundiales de antes y de ahora, terminan todos los conflictos en una mesa. O se han sentado en la mesa antes del conflicto y con ello salvan miles o millones de vidas, o se han sentado en la mesa después de sepultar a miles o millones. Esta isla fue dividida, sin preguntarle a quienes vivían aquí, por los intereses de las potencias coloniales en una fecha tan lejana como 1697 cuando el acuerdo de Rijswijk, Holanda, España cedió la parte occidental de la isla a Francia y nació lo que se llama el SAnto Domingo Francés que hoy es Haití. Un siglo después Aranjuez definió una frontera que es más o menos similar a la que tenemos ahora. Para quien le interesa, la historia ratifica el valor de la mesa. Ayer les dije que el gobierno dominicano estaba haciendo un uso político electoral del tema del canal y que Luis Abinader simplemente le había quitado el discurso ultra nacionalista a Leonel Fernández que se expresa a través del Matutino Listín Diario. Aunque el Listín y Leonel mantienen un tiro tenso con el tema, la posición del gobierno siempre les lleva la delantera y el perínclito de Villa Juana queda un segundón del patrioterismo. No sé adónde conducen las negociaciones siendo que el gobierno dominicano reconoce la incapacidad del gobierno haitiano de legitimarse haciendo cumplir un tratado, pero la verdad es que Abinader no tenía plan B porque hoy vence el plazo y el cierre total de la frontera debería aplicarse a partir de las 10 de mañana. Debo reconocer que mi ego como profesional está en alta viendo que lo que dije ocurriría está pasando porque para hacerlo no había que ser técnico de la NASA sino tener un poco de sentido común. El lunes les dije que los medios dominicanos convierten en figuras a cualquier saltapatrás que desde Haití diga cualquier cosa porque es una manera de mantener vivo el tema. Ayer el analista de redes sociales Pavel Decamps demostró con números que lo que diga Claude Joseph apenas interesa en Haití y que aquí dos ultranacionalistas cuyo nombre no voy a citar, mantienen las redes encendidas y los medios reproducen ese fuego. Del otro lado de la frontera ocurre lo propio. Tres gatos mantienen una llama con menos fuego porque hay menos recursos, pero por lo menos una candelita. Sería muy simple entender lo que dijo el ingeniero Gilberto Reinoso, sobre la capacidad de agua del canal, sin una toma no hay agua. Pero al gobierno le conviene electoralmente mantener el tema vivo y capitalizarlo a su favor. La foto y el video que muestra el propio gobierno indican lo que dijo el técnico, pero la política conduce hacia otro lugar.