A finales del 2014 cuando el gobierno de Danilo Medina andaba viento en popa y existía la prohibición de la reelección presidencial pensada por Leonel Fernández para garantizarse su regreso al trono en la reforma del 2010, un importante funcionario hoy en Najayo advirtió a un grupo de personas que esperaran que venía algo grande. Y lo que vino fue grande porque el ex capitán Quirino Ernesto Paulino Castillo es un hombre pesado bajo cualquier interpretación: El Don, que se convirtió en su titulo particular, fue extraditado a los Estados Unidos en el 2005 y logró una negociación que incluyó la protección de sus dos familias y la devolución de 14,5 millones de dólares que en ese momento eran unos 600 millones de pesos. Como se estimaba la fortuna de Quirino en algo mas de mil millones de pesos, hay que especular que se quedó con la mitad de ella y limpiecita. Ya en el 2008 el entonces fiscal del distrito Alejandro Moscoso Segarra había iniciado la devolución de bienes no incluidos en el acuerdo del famoso capo que incluía un dealer en la Núñez de Cáceres y una estación gasolinera. Tal como dijera el funcionario danilista, Quirino llegó en febrero del 2015 luego de una campaña de expectativas propio de un artista o deportista y en el que se obvió su condición de narcotraficante confeso. A varios medios incluido en el que yo trabajaba se le ofreció la figura de Quirino como entrevistable. Ya habían circulado audios donde le echaba sica al ex presidente Leonel Fernández y su entonces esposa Margarita Cedeño y el resto ustedes lo conocen. Quirino dijo y cito textualmente “Próximo a mi llegada se acercaron a mí, personas, dejándome saber que el ex presidente quería hacer un arreglo conmigo, mi ex abogado, Félix Damián Olivares, habló con el ex presidente Fernández y fue a mi casa a informarme todo, también otro abogado de San Juan fue a mi casa a nombre de un funcionario del gobierno, Ramón Peralta, no lo conozco tampoco, pero trataron de negociar conmigo”. En esa entrevista en el Gobierno de la mañana hablo además de su resignación a una candidatura al senado en favor de Adriano Sánchez Roa. Aunque nadie lo dijera la presencia mediática de Quirino fue un elemento decisivo en el cambio de la constitución para permitir la reelección de Medina aprobada inicialmente por el Comité Político el 20 de abril de ese año. Menos de 50 días después de que llegara el Don. Después de eso Quirino se quedó en su casa de Paya, calladito en medio de rumores de que andaba con un talonario cobrando deudas. Hace un tiempecito que reapareció pero en una cuenta de Twitter y hace unos días le dije a Juan Tomas a propósito de una decima que no leí si el imaginaba a Quirino organizando los 140 caracteres que permite la red social para dar un fogonazo. El twitter de marras dice lo mismo, exactamente lo mismo que en 2015. Si Quirino pidió una cita lo sabremos o por sus abogados o por la procuraduría que lo ha informado cuantas veces ha pasado. Como ciudadana me aterra la mitificación de una persona imputada y condenada por crímenes mayores. Como decía mi abuela no es lo mismo ir a que te lleven. O lo que es lo mismo no es lo mismo ir a que te llamen. La pregunta es si lo llamaron o lo llevaron y para qué?