Un año después de que por encima de la cabeza de la dirección de Compras y contrataciones el ministerio de educación ejecutara la licitación en la que fueron anulados 51 de 56 lotes contratados para la compra de los dispositivos electrónicos que usarían en la pasado año escolar, el tribunal superior administrativo falla en contra de educación y le da la razón a compras y contrataciones. El fallo no tiene valor real porque los contratos se ejecutaron a pesar de las irregularidades detectadas en ese momento y que fueron atacadas por educación que pidió la intervención de los vendedores en contra de la dirección de compras. Compras y contrataciones acogió una solicitud de un grupo de empresas participantes que se consideraron lesionadas por el Comité de compras de Educación. Personalmente evito tratar el tema de las licitaciones porque todo el que actúa en ellas es parte interesada el que pierde y el que gana quiere hacer negocio, pero no puedo excluirme del tema cuando resulta que varias de las empresas beneficiadas y defendidas a hacha y machete por educación no han cumplido con las entregas de los dispositivos y nadie es responsable por eso. Es como si el ministerio de educación fuera responsable de la compra pero no de recibir lo que compró. Según una nota de Diario Libre una empresa a la que se le pagó la boronita de 280 millones de pesos no ha entregado un solo dispositivo, Esa suma es una borona porque la licitación en general fue por 8 mil millones de pesos. Sin embargo hay niños y niñas de todo el país a los que técnicamente debió llegar un dispositivo a quien nunca le llegó. Ahí es donde deben entrar nuestras preocupaciones. Creo que la administración pública debe definir a la mayor brevedad un esquema que evite situaciones como las que se han producido en educación para garantizar suplidores confiables. El ultimo escándalo en el que se vio involucrado Roberto Fulcar tuvo que ver con la autoría de los libros digitales. Un chofer y un herrero aparecieron como los ejecutivos de esas empresas. Sin animo de discriminación es difícil de validar las calidades de ambos ciudadanos. Es necesario que el estado termine con los suplidores profesionales que desde la década del 80 venden desde piñas hasta tanques de guerra. Cuando usted lee las razones sociales de la mayoría de los suplidores del Estado se da cuenta de que pueden vender desde huevos hueros hasta trasatlánticos. Eso lo puede observar un ciudadano común pero nunca lo ve un funcionario. Hay un aforismo que reza “justicia retrasada es justicia denegada” dar la razón a la DGCP un año después solo sirve para demostrar que tuvo la razón en su actuación frente al entonces ministro de educación. Mientras tanto inicia el año escolar y miles de niños siguen sin recibir el famoso dispositivo.