La consulta peledeísta sacó del foco el escándalo provocado por Mantequilla, el hombre que multiplicaba el dinero en Sabana Grande de Boyá y que ayer cerró su negocio bajo el pretexto de que la gente hacía mucho desorden. Más allá del triunfalismo de los seguidores de Abel Martínez que hoy aseguran que es el nuevo líder del partido morado, la consulta peledeísta obliga a una serie de lecturas que son relevantes para el futuro de esa organización y la más importante es el 20% que obtuvo Francisco Domínguez Brito solito y lo que puede hacer con ello. Como Mantequilla Margarita se derritió. Nunca tuvo nada propio y la capitalización coyuntural que hiciera como primera dama y luego como vicepresidenta no se tradujo en sufragios a su favor. Como dije ayer Margot no se cayó de ninguna parte porque nunca construyó su torre política, simplemente se subió a la de otros. Como político ecuánime Domínguez Brito reconoció rápidamente el triunfo de Martínez y estuvo presente en la proclamación. Eso lo engrandece. Uno no sabe si el ex procurador seguirá el camino de la obediencia partidaria con sus 85 mil votos que ya dije son del él solito. Debo recordarles que en el pasado proceso interno del PLD, antes de que Danilo Medina se sacara a Gonzalo Castillo de la manga, Domínguez Brito fue el más favorecido en las encuestas de esa organización. Pero Danilo prefirió a su penco. En el proceso actual el danilismo se volcó hacia a Abel Martínez y es muy probable que a Danilo le agraden los candidatos con poco en la cabeza porque eso se ha evidenciado en los últimos procesos en los que la vida del PLD la define el hombre de Arroyo Cano. Como Trujillo en su tiempo, en que un presidente títere daba cara de la supuesta democracia en la dictadura, pareciera que Danilo busca lo mismo. Francisco Dominguez Brito no tiene plan B. Sus opciones están limitadas a dos: o espera con la paciencia de JOB a que, en algún momento, la conveniencia le haga méritos en el cerebro de Danilo Medina o, por el contrario, sale al mercado electoral con cerca de 90 mil lealtades. Abel Martínez ganó abrumadoramente la consulta morada pero nadie, que no sean acólitos y amanuenses, le atribuyen liderazgo alguno. No tiene palabra convincente, tampoco carisma. Con pocos muebles en la cabeza su candidatura dependerá a partir de ahora de las relaciones públicas y la posibilidad de hacer alianzas. A partir del ultimo Boletín el máximo de los votos que se podrán contar en la consulta morada es 485 mil votos. El universo de electores es de seis millones lo que significa que en la consulta morada participó apenas el 8% del universo de votantes y el 26 por ciento de su padrón que todavía dicen es de 1.8 millones. Ya hay muchos morados que entienden que Danilo es el Atila del PLD y que dejará esa organización como tierra arrasada.