El incidente de ayer en la frontera fue una clara provocación de un grupo de ciudadanos haitianos que protestaban por la presencia militar dominicana a pesar de que los soldados estaban dentro del territorio de la RD. El gobierno dominicano construyó una verja dentro del territorio nacional y la franja entre la verja y la pirámide delimitadora es tierra dominicana y los haitianos lo saben porque desde el 1929 las pirámides definen el territorio entre los dos países. Las autoridades dominicanas tienen que tener mucho cuidado con la presencia militar para evitar un exceso que convierta a los alborotadores en víctimas. Los extremistas son iguales de los dos lados de la frontera y buscan lo mismo. Hoy la prensa haitiana dice que el ejército dominicano penetró a territorio haitiano y el hecho de que los soldados se observen del otro lado de la verja puede dar la impresión de que sí. Lo propio pasa con el sobrevuelo de helicópteros militares dominicanos que estando en territorio dominicano pareciera que no porque la verja da una idea de que es la definición de la frontera. Una entiende que el gobierno dominicano no podía construir la verja en la misma franja fronteriza por razones obvias pero físicamente da la impresión de que es la frontera que acepta el estado dominicano. La situación generada ayer, la información que transmite la prensa haitiana y los periodistas haitianos residentes en Estados Unidos, les convierte en víctimas y es probable que los insensatos del otro lado estén buscado ser víctimas o provocar víctimas. Un solo traspiés de un soldado dominicano en un caso como el de ayer puede generar un incidente que se vaya de la mano del gobierno dominicano porque de aquel lado no hay quien establezca un control sobre su propio territorio. Las campañas de odio existen a un lado y otro de la frontera y quienes nos preocupamos por el país y no por el falso patriotismo oportunista debemos dar el grito de alarma. Es desde el lado dominicano que hay que evitar el tremendismo que del otro lado no tiene control y es desde este lado que hay que evitarlo por algo muy simple. Es este lado el que tiene qué perder. Hay que felicitar a los soldados dominicanos por su templanza. Ojalá y permanezca.