Si algo pone en evidencia la llamada Operación Calamar es que en el gobierno de Danilo Medina no había escrúpulo alguno y que ante cualquier toma de decisiones se adoptaba la que perjudicaba al Estado y favorecía sus intereses. Los detalles que ofrece la solicitud de medida de coerción no pueden ser mas sórdidos. Ese grupo identificó varias formas de robo al estado para apropiarse de dinero que técnicamente iban a la campaña electoral de Gonzalo Castillo pero que se perdió en varias manos. Ahorita les voy a mostrar un ejemplo de cómo en un caso de expropiación de terrenos los dueños reales se quedan con un ínfima parte del valor de los terrenos mientras el entramado corrupto cuyo liderazgo atribuyen a los tres funcionarios mas cercanos a Danilo Medina se queda con las dos terceras partes de los recursos. La solicitud de medida de coerción pone en evidencia como los líderes de este cartel identificaron todos ilícitos posibles en los negocios de juegos de azar, apuestas, bancas de lotería y negocios de tragamonedas y en vez de hacerles cumplir la ley crearon una especie de impuesto en beneficio personal. Al mejor estilo Capone, el grupo identificó ilícitos como: La existencia del sobre premio, es decir, que pagan más de lo que está permitido pagar por la jugada ganada. Las bancas de lotería poseían el sistema de sorteo rápido computarizado. Las bancas de lotería sin licencias, así como bancas de lotería que sí tenían licenciaspero que no estaban al día con el pago de impuesto. Bancas deportivas que no estaban al día con el pago de los impuestos. Bancas deportivas con máquinas tragamonedas, sin autorización. Bancas deportivas con máquinas tragamonedas que no estaban al día con el pago de los impuestos. Colmados y colmadones que poseen máquinas tragamonedas. Se supone que la dirección general de casinos y juegos de azar debió ser quien identifico esas violaciones en contra del estado para hacer valer la ley pero ellos las identificaron y crearon un impuesto propio. El entramado pone en evidencia que los funcionarios del gobierno de Danilo Medina estaban en capacidad de hacer cumplir la ley pero prefirieron el esquema gansteril de cobrar la ilegalidad en favor de si mismos.