Para quienes se cansan leyendo mucho, un solo párrafo del voto disidente de la entonces jueza presidenta de la Cámara Penal de la Suprema corte de justicia es suficiente para explicar la sentencia emitida ayer contra los encartados que sobrevivieron al sometimiento inicial del caso Odebrecht. “En el estado actual de este proceso y con lo aportado para la medida de coerción, se aprecia una dificultad probatoria que, de no ser subsanada por el Ministerio Público en el curso de la investigación, y esperamos que así sea, no augura un futuro esperanzador por el momento, por lo menos del juicio al fondo, donde la prueba debe ser hecha, que no deje lugar a duda razonable”. Dijo la entonces magistrada Germán hoy procuradora general de la República. Y si hubo algunas palabras reiteradas ayer fue “duda razonable” La sentencia solo confirma lo que era de conocimiento generalizado, el interés del ministerio público que presentó este caso, liderado por el hoy preso YANALAN Rodríguez no era la búsqueda de justicia sino una válvula de escape ante el descrédito de su jefe político y entonces presidente de la República. Hay que recordar que el país que había permanecido dormido en los primeros 16 años de gobierno del PLD ya se había levantado contra la corrupción y la impunidad en la Marcha Verde. De hecho para muchos este sometimiento fue el primer intento del gobierno de Medina por desmovilizar a la población que ya había participado en varias marchas masivas en todo el país. Yo supongo que para la mayoría no hubo sorpresas porque las juezas juzgan en función de las pruebas aportadas y el aporte a pesar del influjo del nuevo ministerio público, fue muy precario. Ahora viene el proceso de apelación que no se sabe si será generalizado para los seis encartados. El ministerio público ha advertido que trabaja en un nuevo expediente del caso Odebrecht que deberá buscar elementos que no fueron tratados en este caso y que deberá luchar contra la prescripción establecida en nuestras leyes. Mucha gente que no entendía porque nos alarmamos por la modificación del proyecto de Código penal que redujo la prescripción del los delitos de corrupción lo entendieron ayer y entendieron de paso a quien sirve la comisión legislativa que pretende imponernos un código penal podrido e interesado. Hoy es un día para la memoria y hay que recordar también la frase tajante del ex procurador Rodríguez cuando se sentía y quizá era el dueño del mundo “Están todos los que son y son todos los que están” Ahora hay que esperar que el nuevo MP defina ¿quiénes son y dónde están?