En la semanal de ayer el gobierno se dedicó a defender su manejo del dengue que no es brote porque es endemia y a explicar la inversión en el sector salud desde la perspectiva tradicional de construcción y reconstrucción de infraestructura. Eso es la primera plana de hoy en la que el mismo gobierno se esfuerza por dar buenas notas sobre la economía con una aparición del sempiterno gobernador del Banco Central, el señor Hector Valdez, que tiene 30 años dándonos buenas noticias no importa el gobierno que sea ni la situación que enfrentemos. Relegada a un tercer lugar en el interés mediático está la frontera y las consecuencias del cierre ahora del lado haitiano. El gobierno anuncia la compra de gallinas a 50 pesos, los comerciantes de Dajabón siguen usando la palabra esperanza para referirse a la posibilidad de la reapertura del mercado, los productores de huevo de Monte Plata anuncian que harán una protesta distante porque ahora le han invadido su pequeño mercado. La primera plana guarda espacio para los conflictos de candidaturas en el PRM, la resistencia de algunos y la resignación de otros. En la página interior de todos los medios está una nueva posposición del caso pulpo esta vez por una solicitud de nulidad de la defensa. No hay que ser técnico de la nasa para saber que barajar es la estrategia en todos estos casos en que los ladrones y sus abogados apuestan a dos cosas: la primera es que pasen los cuatro años establecidos en el código procesal penal para que se extinga la acción penal, y en segundo lugar y como parte de la misma estrategia a convencer al público que no hay justicia que le llegue a esos señores porque su única prisión sería la preventiva. Como en RD el 60% de los presos son preventivos, los imputados de corrupción, que tienen dinero para pagar a los mejores abogados del país y los mejores lobistas de fuera, tienen para ellos el privilegio que establece la propia ley. Preso queda Peralta y seguro que saldrá en los próximos días, la población que caminó en contra de la corrupción y que prohijó este proceso tiene ahora que mantener su mirada en lo que están haciendo los jueces. Hemos dicho que no defendemos arbitrariedad, la ley dice que las personas pueden ser juzgadas en libertad y no ingresar a prisión hasta que sean condenadas. Por aquí queremos y defendemos el imperio de la ley. Les recuerdo que en libertad fueron juzgados Ramón Báez Figueroa, Pedro Castillo y Luis Alvarez Renta de quien se dijo eran tan poderosos que ningún juez los condenaría pero los condenaron. Este CPP hizo posible esas condenas y con este código garantista hay que evitar que los más grandes casos de corrupción de la historia dominicana queden en el limbo.