Anoche pasada las 9 nos llegó la notificación de que la Cámara de Cuentas había colgado en su portal la investigación especial a la construcción del Metro de Santo Domingo que revela irregularidades por mas de 30 mil millones de pesos. Los resultados de esa investigación no son tan novedad en tanto que ya habían sido adelantados en un trabajo de Alicia Ortega hace unos años y la Cámara de Cuentas formaliza lo que todo el mundo advertía o intuía que el Metro de Santo Domingo fue un barril sin fondo en que los fondos públicos se manejaron como propios y donde no se respetaron ninguna de las formas de la administración pública. Todos sabíamos que la auditoria estaba en curso porque Diandino Peña, considerado Zar del Metro desde su que fue designado Secretario de Estado para el metro sin que supiéramos que habría metro había elevado un recurso de amparo ante el TSA en demanda de que le fueran entregados los resultados. El fallo en su contra fue el pasado viernes. Lo que Diandino quería hoy lo tenemos todos y todas, pero quiero llamar la atención de que desde su litoral no se quedaron de brazos cruzados a esperar la publicación de un documento. Como soy periodista quiero advertir algo que revela la maraña de complicidades e intentos de manipulación de la opinión pública de parte de los imputados de corrupción cuyas fortunas permiten la contratación de especialistas, la colocación de información falsa o manipulada y hasta el cambio o el intento de cambiar la agenda pública. Ayer en la madrugada cuando hacía el resumen que les comparto cada día advertí una información que de entrada me pareció curiosa y fue el anuncio de la asignación de una jueza para llevar a cabo la investigación del presidente de la Cámara de cuentas por un caso de acoso laboral. Esa nota fue publicada en casi todos los diarios justo el día que se publicaría la investigación contra Diandino pero sucede señores que eso ocurrió el año pasado hace seis meses. Yo tengo que creer que es una coincidencia, que alguien mala fe envió una nota y que ninguno de mis colegas de los medios tuvo un dejavú para observar que eso ocurrió el año pasado. Hoy un periódico, el Listin Diario, lo dice y reconoce su error, el resto simplemente quitó la nota. En derecho una cosa no tiene que ver con la otra pero en comunicación sí. Si este caso llegara a la justicia los jueces valorarán las pruebas documentales que revelan estas irregularidades que como dije rondan los 30 mil millones de pesos. En comunicación es evidente que ayer mucha gente se hizo el pendejo para tratar de llamar la atención sobre las hojas y no sobre el rábano.