El conocimiento del juicio preliminar en el caso de la operación Medusa tuvo que ser instalado en una sala no tradicional debido a la cantidad de imputados y profesionales del derecho que participan en él. Es un juicio histórico a un ex procurador general de la República. A pesar de que 83 de los vinculados al enorme entramado han negociado y que se sabe de otros que quieren hacerlo, el grupo sigue siendo grande y las negociaciones tienen un límite. Por eso la magistrada Yenny Berenice Reinoso pronunció la frase “nosotros no negociamos con terroristas” que obviamente aludió a un intento de negociación fallido. Todos los actores de ese proceso y los analistas externos indican que será un juicio largo debido a la complejidad del expediente, al número de involucrados y al volumen de pruebas presentados. Quienes esperamos justicia sabemos que habrá que tener paciencia. Es imperdonable que en medio de un proceso de esa naturaleza, el tigueraje tradicional participe de manera activa generando oportunidades de negocio. Y decimos negocio porque no se puede hablar de otra cosa. El juez Amaury Martínez conocerá hoy si acoge o no al querellante civil “Fundación Alfredo Nóbel” que quiere participar en el proceso solicitando una indemnización para el estado pero que extrañamente sería administrado por la fundación. El presidente de la fundación que es un dirigente del PRM en los Alcarrizos, no puede explicar cómo se haría para administrar siete mil millones de pesos que demanda en indemnización ni porqué en vez de que los bienes públicos vuelvan al estado deberían ser administrados por su fundación que ni local tiene. Este caso y la participación de esa fundación debe ser visto como un caso de estudio y el emprendedurismo en su máxima expresión. Uno no sabe que decidirá el juez pero el solo hecho que tenga que responder a esta iniciativa pone en evidencia como, cualquier loco viejo actuando por interés personal le echa jabón al sancocho. Julio Cabrera Brito, dirigente del PRM en Los Alcarrizos, ha visto en este caso una simple oportunidad de negocio. Y en su partido nadie le ha dicho que hay cosas que se pueden pero no se deben hacer. Por ahora la iniciativa de Cabrera Brito le va a tomar tiempo del juez, tiempo que podría dedicarse a mejores causas. Una no sabe cual será la decisión pero abre una nueva y creativa fuente de ingresos para cualquier organización: administras las indemnizaciones que se otorguen a terceros sin que usted tenga nada que ver con eso. Habrá que identificar donde y cuando aparecen las oportunidades de negocio.