El documento divulgado este fin de semana con la autorización de la jueza Kenia Romero no es el acto original del ministerio público sino una certificación expedida a solicitud de la parte interesada. Como no soy abogada no sé quienes pueden ser las partes interesadas en un proceso a las que un juez le conceda la expedición de una certificación de este tipo pero hay que suponer que es uno de los investigados. Quizá es el mismo investigado que ha estado filtrando documentos en varios medios de comunicación y que, en las ultimas semanas, montaron una campaña en interés de establecer diferencias en el ministerio público en función de este caso. Hace cinco días que uno de los investigados el señor Angel Lockward publicaba un artículo de opinión en Listín Diario calificando de escandalosa una instancia judicial depositada en la contraloría que según el es la piedra angular de un expediente del que se habla hace meses. Ayer volvió a decir eso mismo pero como una declaración de un investigado. Cambió de papel en cinco días. El artículo de marras publicado el 25 como ya hemos dicho se oreintaba en lo fundamental a intentar desacreditar las acciones de Los magistrados Yenny Berenice Reinoso y Wilson Camacho y a caracterizar de irregulares las acciones de ambos funcionarios frente a la procuraduría. Cuando vi el articulo que obviamente no les cité a ustedes solo pude pensar que la dirección del Listin había pecado de ingenua al permitir tal despropósito en una persona que muchos sabíamos era investigada en el caso. Lo que evidencian las acciones de los imputados en un caso más de corrupción es que han adelantado una estrategia de prensa para debilitar al ministerio público como su estrategia legal en un caso de corrupción tan grande o más grande que todos los anteriores. Yo no sé si las filtraciones en este caso obligarán al ministerio público a presentar acusación antes del tiempo que tenía previsto, pero dentro de mi desconocimiento del derecho no creo que las pruebas en torno a este caso y el efecto de esas pruebas frente a un juez cambien por su publicación. Si es así nos jodimos. Las fuentes judiciales indican que los sapos han saltado y cantado desde hace meses. Esos sapos han aportado pruebas, devuelto el dinero recibido y explicado el modus operandi del grupo. Como en todos estos entramados hay muchos cabos sueltos analizables hasta por nosotros los legos y legas del derecho como nosotros. Hay un ejemplo que me encanda y es el de las empresas constituidas en el 2020 que cobraron deudas por más de 8 mil millones y que esas empresas registradas meses antes de cobrar ese bojote de cuartos estén registradas en la misma dirección como en el famoso caso pulpo. Vamos a ver que documentos filtran hoy y que dicen los opinadores sobre este otro robo al sudor de la gente.