Hace 45 días que se publicó la encuesta Asisa y no produjo mayor alboroto. Quienes como yo valoran todas las investigaciones pero solo comentan las que se dicen quien las paga, simplemente leímos los datos sorprendentes que establecían un empate técnico entre Leonel Fernadez con 36% y Luis Abinader con 38%. Asisa no es la encuesta mejor rankeada en RD y el esfuerzo mediático para lograr que se hablara de esos resultados fue intenso y se los digo porque la cantidad de gente que me refirió los datos fue agotadora. Gallup que es la firma de mayor tradición en RD y que se publicó ayer ofrece datos que no son novedosos. 48% para Abinader, 29% para Leonel y 19 % para Abel Martinez en la intención general de la muestra no son noticias. 51% para Abinader, 28% para Leonel y 18% para Martinez entre quienes dicen que van a votar tampoco son novedad. Esos números han sido constantes en lo que va de año y las diferencias no pasan del 3% que es variable de error en la citada encuesta. A pesar de eso hay que escuchar la cháchara de personas que hablan de encuestas maquilladas si no le convienen. El más folclórico fue el senador de Pedernales que llamó sastrería las encuestas que según él, no muestran la preocupación de los planificadores del PRM por el ascenso de la FUPU y su líder Leonel Fernández. Y una tiene que reírse y seguir mirando porque una constante de todas las encuestas excepto la ASISA ha sido la tasa de rechazo de Fernandez que ha oscilado entre 50 y 60%. Hay que reconocer que esta vez fue superado por Abel Martínez con un altísimo 67 pero en favor de Abel diría que no es a su candidatura sino al partido que lo lleva. Lo que evidencian todas las encuestas y que debe ser una preocupación de toda la sociedad es la crisis de liderazgo de relevo que parece común a todas las organizaciones políticas. La escasa democracia interna en los partidos políticos y la pobreza de la formación de la mayoría de quienes actúan en política está pasando factura y los líderes creados por empresas de relaciones públicas como David Collado y Carolina Mejía no son suficientemente atractivos. En los partidos de oposición el control del viejo liderazgo ha castrado a los talentos que pudieron desarrollarse y que ahora han envejecido como Francisco Dominguez Brito en el PLD. En la FUPU no hay problema porque ese partido es una empresa familiar que cuando Leonel no vaya será heredado por su hijo. El dato concreto de todas las encuestas es que no se ve un liderazgo de relevo