El 12 de febrero fue destituido el procurador de la corte de apelación de SPM Encarnación del Monte. El tres de marzo fue destituido el procurador encargado de trafico de migrantes, Bienvenido Ventura Cuevas. El 26 de abril fue suspendido el fiscal de Santiago, José Francisco Nuñez y otro fiscal adscrito a Control de drogas de apellido Barreras. Ayer fue destituido un fiscal de Santo Domingo Este. Esos son los casos relevantes, conocidos en los medios de comunicación, en los que la inspectoría del ministerio publico ha actuado atendiendo denuncias ciudadanas sobre las actuaciones de fiscales de carrera o que llegaron a la carrera a la fiscalía por la suerte de caerle en gracia al antiguo procurador que vio en ellos dotes que otros no vieron. Esos nombres brotan de un chequeo superficial en los medios de comunicación gracias la sapiencia del tío Google. Por suerte para el ministerio público y el país los suspendidos y destituidos a causa de irregularidades que fueron demostradas ante el Consejo Superior del ministerio Público no argumentaron persecución. En República dominicana hay términos manidos, harto conocidos. Usan las mismas palabras para defenderse. Estoy de acuerdo en algo con Danilo Medina aquí al que roba no le gusta que le digan ladrón y entonces se inventa la consabida persecución política o persecución como argumenta la actual fiscal titular del Distrito Nacional. Le falta grandeza a Rosalba Ramos, su asesor de comunicación o debo decir asesora, debe indicarle que quien se siente libre de sospecha abre las puertas y usa el pecho descubierto como coraza. El mismo asesor o asesora de comunicaciones debe hacer como he hecho esta madrugada que es recurrir al tío Google para ver lo que ha pasado con quienes desde la posición de fiscales o procuradores han saltado la valla en beneficio propio o de terceros. También debe revisar las reacciones del publico ante cada una de sus denuncias eso antes se pagaba pero ahora es fácil gracias a la tecnología. Deben buscar cada comentario a cada declaración. Creo que a la fiscal como a su jefe le da brega entender que el circulo de la impunidad está roto y que no hay forma de componerlo yendo a programas donde por n vínculos se siente cómoda o acomodada.