Ayer, en un escenario, la oposición política pidió a la JCE una reunión para tratar de la prohibición de la campaña electoral a destiempo. En otro momento, el vocero del PLD en el senado llamó a sus huestes a la Plaza de la bandera para protestar contra la resolución de la JCE. Rara vez nos referimos a los parlamentos tremendistas de Iván Lorenzo que tiene un periodista y un espacio fijo en un medio de comunicación para decir lo que quiere y yo estoy muy vieja para hacer gratis lo que otro cobra. Por demás el senador de una provincia como Elías Piña no tiene idea de la cantidad de gente que se necesita para llenar una plaza en la que se puede juntar quizás 20 veces la población de su provincia. Hoy, sin embargo, su tremendismo es relevante porque la reacción de la JCE ratificando su decisión obliga a la oposición a escoger un camino para enfrentarla y solo hay dos caminos: o acuden al Tribunal Superior Electoral como jurisdicción reglamentaria o como dijo Lorenzo van para la calle. El documento de la Junta emitido anoche, de paso ridiculiza al líder, maestro y guía pues evidencia que el faculto de Villa Juana intentó una vez manipular la opinión pública tomando el rábano por las hojas. Claro dice la JCE que “ninguna sentencia del Tribunal Constitucional ha declarado no conforme a la Constitución lo relativo a las restricciones de la campaña a destiempo y que lo declarado inconstitucional está referido a la llamada campaña sucial. La sociedad dominicana está obligada a tomar parte en este diferendo en el que los Partidos políticos, e incluyo a oposición y gobierno, pretenden seguir como chivos sin ley con un país en permanente campaña electoral. Ayer alguien se atrevió a decir que la decisión de la JCE limitaba a los aspirantes nóveles siendo que es todo lo contrario. Cómo competirá una persona joven y sin dinero en una campaña que dura sin tiempo y en la que hay gente como el que compró todas las portadas que puede gastar dinero sin tiempo y sin fecha. En América Latina solo RD y Panamá mantienen una campaña electoral virtualmente ilimitada. El desorden favorece a los partidos oficiales que tienen 20 mil formas de ocultar la propaganda y si alguien lo sabe en RD es el PLD y su secuela la FUPU porque tuvieron 20 años de práctica. El drama dominicano con políticos sin mirada de largo plazo nos afecta de múltiples maneras desde el ruido visual para el ciudadano común hasta la inequidad en la participación, donde cada vez se necesitará más dinero, lo que aleja de la política a la ciudadanía con más compromiso. Llamar a la calle es un desafío a la institucionalidad, habrá que ver si además de boca dura, el PLD y su vocero tienen la fuerza que se necesita para hacerlo.