Abel Martínez fue escogido candidato presidencial sin sobresaltos en unas primarias que no fueron primarias pues las disfrazaron de consulta para violar la ley electoral que establece como fecha el primero de octubre pero del año próximo. Más allá de la malacrianza de Margarita, el proceso fue tranquilo y el hecho más relevante fue la escasa participación para un partido que había gobernado durante 20 años 16 de ellos consecutivos. Después de eso, Francisco Domínguez Brito que resultó en un sorpresivo segundo lugar frente al aparato de doña Margó ha hecho mutis. Reconoció a Abel y ya. Pero su hermano renunció del partido en que no era un dirigente activo pero si miembro del Comité Central. Si Pedro Domínguez no era un dirigente de calle, el ex senador, ex presidente de la Cámara de Diputados y ex fiscal, Julio César Valentín, si lo era. Valentín saltó el charco junto con varios dirigentes municipales, todos de la demarcación de Santiago. El sangrado nacional del partido morado en Santiago es hemorragia y parece que la condición de gravedad se extiende a las principales plazas de la región del Cibao. La semana pasada se fue para la fupu el presidente de la entidad en San Francisco de Macorís. Una fuente nos informa que una juramentación de esas en las que se multiplica por cuatro o cinco la capacidad de asientos del local ha sido suspendida en Puerto Plata por una crisis causada por la imposición de un liderazgo. Hay un lío y no es de ropa y como dice un refrán muy procaz “Un pedo no se envuelve en trapo” El malestar que ha hecho suspender la juramentación de Puerto Plata es en Santiago una pulmonía y no tiene que ver con la salud del candidato sino con la designación de posibles candidaturas con el dedo de Santo Domingo. En el 2019 el PLD anunció que elegiría a su candidato a partir de encuestas. Francisco Dominguez Brito fue el mejor posicionado en esas encuestas pero Danilo Medina prefirió al leal Gonzalo Castillo con los resultados que ustedes conocen. Les dije con tiempo que Abel Martinez sería el ganador del proceso interno de este año porque lo veía rodeado del entorno cercano a Danilo. Parece que Abel aprendió del maestro y está empujando sus propios candidatos en Santiago con el respaldo de su jefe de campaña, Francisco Javier García. En los próximos días sabremos si el levantamiento que se rumorea se convierte en revolución. Mientras tanto el candidato cuida su salud afectada por el Covid y no se sabe quien intenta apagar el fuego.