Hay cosas que pasan todos los días sin despertar asombro en la sociedad dominicana. Seguirán pasando porque, como hemos dicho de manera reiterada, los dominicanos y dominicanas tenemos como punto de partida la frase “a mi no me va a pasar” y mientras la paja está en el ojo del vecino todo está bien. Por esa razón es tan difícil el ejercicio para personas que, como yo, insisten en defender los derechos colectivos. Cuando una crítica los intercambios de disparos aparecen cientos o miles que acaban nuestro planteamiento entendiendo que la ejecución de una personas en manos de la policía sin acudir a un juez y sin ninguna sentencia como en el oeste de la película es la mejor forma de enfrentar la delincuencia. No vale que uno cite libros, países con mejor experiencia, etc. Por demás, como la mayoría de los muertos son pobres, menos ruido hacen. El otro ejemplo por excelencia es el de la prisión preventiva. Desde hace décadas entre el 60 al 70% de los privados de libertad son preventivos y eso no le importa a nadie. Jean Alain Rodriguez fue procurador general de la República durante cuatro años y eso no fue su preocupación por el contrario fue el gran constructor de cárceles. Ahora que le tocó la prisión preventiva él y sus abogados descubrieron esa prisión preventiva como una práctica malsana y una violacion al debido proceso. Los dos reos más ilustres que tiene el sistema José Ramón Peralta y Donald Guerrero tienen una lucha, válida, de 200 días en contra de su prisión preventiva y han presentado N recursos para salir de prisión dentro de las oportunidades que le ofrece el sistema. De paso han logrado preocupar a la institución más indolente del estado dominicano que es el congreso. Gente que tiene 20 años en el congreso siendo que se manejan los mismos números de prisión preventiva se han pronunciado de manera reiterada en contra del tema luego que Peralta y Guerrero guardan prisión. Una saludable coincidencia. Los legisladores en masa han coincidido con los caros abogados de los grandes casos de corrupción en la injusticia de la prisión preventiva. Todo el que ha sido testigo de cualquier audiencia en RD ha visto los casos de madres pobres abrazadas a sus hijos, culpables o inocentes, que son llevados y traídos a los tribunales, mientras esperan que el sistema de justicia actúe. Los gritos frecuentes de reos y sus familiares resultan en sorna habitual en los pasillos de cualquier palacio de justicia. Ayer el que voceó fue un ex ministro y uno de los hombres más poderosos de República Dominicana durante 8 años. José Ramón Peralta dijo a dónde voy, a quién le digo, qué hago con estos papeles con los que busco recuperar mi libertad. Esas frases que se escuchan todos los días hoy están en la primera planta.