La querida colega Loyda Peña confirma que el ex ministro de hacienda Donald Guerrero fue interrogado dos veces la semana pasada. La nota publicada hoy indica que Guerrero que apenas aparece en los medios tradicionales pero que es sujeto de un mar de rumores entre fuentes dudosas, también acudió a la procuraduría especializada en la lucha contra la corrupción el pasado nueve de abril. El año pasado Guerrero acudió a la procuraduría en 4 ocasiones y entonces se dijo que su presencia estaba vinculada al caso Pulpo dada sus responsabilidad en el pago de 922 millones de pesos a la empresa Domedical Suply de Alexis Medina El documento de solicitud de coerción resalta que esos recursos fueron pagados incluso “con documentos adulterados desde la fecha de los contratos hasta las cubicaciones”; y en muchos casos con equipos no entregados, en plena transición gubernamental tras el Partido de la liberación Dominicana perder las elecciones del 2020. En promedio las “visitas” de Guerrero a la PEPCA” se han extendido cuatro horas y mas o sea que en un año Guerrero ha pasado entre 25 a 30 horas de visita en la procuraduría. Pareciera que se trata de visitas de novio de antaño de esas que dañaban un sofá que había que había que tapizar una y otra vez porque los noviazgos eran largos. Pero como no se trata de amores hay que deducir que en 30 horas es mucho de lo que se ha hablado y que las ultimas 8 o 9 de la semana pasada no necesariamente están vinculadas al caso anti pulpo. La procuraduría general de la República, como es lógico, no se ha referido a los rumores de las redes en el sentido de que Guerrero habría devuelto una suma millonaria como ya han hecho otros involucrados en el caso Pulpo. Hay que recordar que Donald Guerrero no ha sido imputado y que como no ha sido imputado el ministerio público no tiene que hablar de ese ciudadano que es igual a otros once millones de dominicanos. Durante los 20 años de gobierno los funcionarios se consideraron intocables. Desde la célebre carta de Danilo Medina a Hamlet Herman hasta los últimos días de su gobierno el ministerio público no osó interrogar a un funcionario y mucho menos el congreso. La palabra visita se puso de moda para eliminar cualquier duda respecto a la condición de intocables. Ahora cuando la tortilla se ha virado, se puede llamar interrogatorio como es simplemente. Yo no conozco el contenido pero puedo asegurar que las siete visitas conocidas de Donald Guerrero a la procuraduría han sido siete interrogatorios y que en cuatro horas se habla mucho y no es amores.