Cuando se lee el contenido de la medida de coerción en el caso Coral hay que llegar a la conclusión de que la gestión de Danilo Medina fue un asalto al Estado con robos que iban desde el sueldo de un guardia hasta el robo de una central eléctrica. Todo lo que sale de esa gestión es nauseabundo. Los cuñados dueños de las ventas al sector eléctrico, el hermano explotando la salud hasta en pandemia, las hermanas aprovechando el herario como cosa propia y ahora el guardaespalda explotando a los guardias que dirige. Los militares dominicanos se corrompen por naturaleza. El ejército dominicano anda dando brincos desde la guerra restauradora y la fanfarronería del uniforme les cubre el embarre. Pero un día llegó el presente. Este tollo tiene tras las rejas a Adan Cáceres y a su pastora pero incluye a otros uniformes que si bien no son protagonistas ponen en evidencia que las Fuerzas Armadas son un antro de corrupción y que en la gestión de Medina eso simplemente se exacerbó. El modus operandi era robar a través de uniformados de bajo rango lo que constituye un robo al estado y a la persona que se involucra. Designar a un guardia con 50, pagarle cinco y quedarse con un 45. Cuando son mil guardias son 45 millones al mes. Danilo no entiende, el PLD no entiende, los militares no entienden, el congreso no entiende y una parte del PRM no entiende que el país cambió.