Un tuit del ministro de educación debe haber provocado pánico en la cumbre y debe encaminar un reordenamiento de las escuelas dominicanas. El ministro Angel Hernández ha optado por el bajo perfil y no tiene o no usa la parafernalia de prensa de sus predecesores. De hecho nuestras fuentes indican que achicó las dimensiones del departamento de comunicación y RRPP de ese ministerio que era más grande que cualquier periódico. Hernández se ha hecho el tonto con P y le ha ido bien. Desde las bromas por la chacabana hasta su parecido con el señor Miyagi no han pasado de las bromas sin menoscabo de su imagen pública. A su cuenta de twitter hay que ponerle atención. Ayer tuiteó lo siguiente: “En el Minerd no tenemos prisa: se hizo la auditoría de personal a nivel central, pero es insuficiente. Ahora, escuela por escuela para verificar la realidad de las nóminas docentes y administrativas. Todo el proceso está en curso y los resultados serán dados a conocer. ES CAMBIO” Los informes de la auditoría publicados en octubre indican que solo en la sede central la cantidad de personas nombradas supera las ocho mil. Para tener una idea de eso usted llena la media naranja del centro olímpico, le compra un escritorio y lo lleva al edificio de educación a ver donde los acomoda. Si solo la mitad necesita un escritorio serían cuatro mil y si solo la tercera parte necesitara escritorio serían 2600 escritorios. Se supone que en la sede central solo hay personal administrativo y técnico. La masa de la nómina de educación está en las escuelas y en distritos escolares y el anuncio de que se va para allá es lo que causa pánico en la cumbre. Ayer me explicaron la ausencia de miles, no cientos, miles de maestros y maestras que viven fuera de RD y siguen cobrando en la nomina de educación a través de distintas variantes de lo que puede ser un fraude. La más elemental es compartir el salario con un sustituto. La auditoría en las escuelas será una especie de quién es quién. Y deberá permitir algún tipo de sanción a quienes violen sino la ley por lo menos la norma de trabajo decente. Ningún ministro de educación se atreve a enfrentar el gremio de los maestros que es quien dirige el sistema. Si lo duda piense en la fecha de las vacaciones de navidad decididas por la ADP. Preparémonos para una nueva guerra en el sistema de educación pública. Qué pasará con los maestros que viven hace años en Estados Unidos y que siguen cobrando? Algunos han completado el período de jubilación sin pasar por go y se van a jubilar aquí y se van a jubilar allá. La ADP encubre esas irregularidades en los derechos colectivos bien ganados por maestros y maestras pero los niños y niñas de los pobres que van a la escuela pública pagan los platos rotos. Por demás los ciudadanos que pagamos impuestos le garantizamos lo que la mayoría nunca tendrá.