El presidente Luis Abinader habló ayer y no aportó elementos nuevos más allá de un discurso tranquilizador que le garantiza las primeras planas de hoy. Abinader ratificó las medidas del pasado viernes donde la fundamental es el cierre total de la frontera. El único elemento nuevo en la situación que tiene que ver con el conflicto por el uso de las aguas del Masacre es que ayer cientos de haitianos salieron a demandar la salida del gobierno de Ariel Henry y con ello un mayor debilitamiento del gobierno de ese país. Y hoy una debe preguntarse. ¿Será que el cierre de la frontera dominico-haitiana debe ser definitivo y no ser abierta nunca jamás porque es la única manera de eliminar el fantasma de terror que hace ciclos sobre la sociedad dominicana.? El pasado sábado 16, segundo día de cierre fronterizo, se caracterizó por el éxodo masivo de haitianos y haitianas que regresan a su país, pasando por todos los puestos oficiales y extraoficiales. El periódico HOY destacó que cientos de haitianos, de los más pudientes, están abandonando la República Dominicana por la vía aérea con destino a una decena de países del continente. La disposición de cierre fronterizo, desde el pasado viernes, ha tenido implicaciones diversas. De una parte ha provocado el cese de las conversaciones y en consecuencia provocará acciones unilaterales de los dos bandos. Por otra parte, Las salidas voluntarias y la media de 27 mil deportaciones al mes que exhibe la Dirección de Migración, deben, en poco tiempo, reducir la presencia de ciudadanos y ciudadanas de nacionalidad haitiana en el país y ese será uno de los logros que exhibirá el gobierno de Abinader. Ayer los haitianos iniciaron la construcción de un dique que permitiría elevar el nivel del agua y por tanto, la operación del canal afectará un área de producción de 3 mil tareas en su mayoría arroceras. Aunque el presidente dijo que volvía a Naciones Unidas por el tema haitiano, las posibilidades de lograr algo por ahí son pocas, tiene tres años hablando y nadie le ha escuchado. Queda el arbitraje o lo que el locoviejismo aconseja que es una acción de fuerza República Dominicana opera 11 tomas de agua del río Masacre y Haití ninguna aunque agricultores haitianos se benefician de una toma local. En un arbitraje internacional ese número pesará mucho.