Yo era una carajita cuando escuche a la vecina de mi casa decir “Se vendió Casimiro”. Yo no sabía lo que era pero por la cara de las personas que hablaban entendía que era grave y malo. Cuando empecé a leer periódicos en la adolescencia entendí el caso del ex senador de Pedernales, Pablo Rafael Casimiro Castro que encarnó la oposición a Balaguer en los 60, siendo victima de un atentado que casi le cuesta la vida y que posteriormente pasa al partido Reformista y a quien Balaguer designa en un puesto diplomático que no recuerdo donde. Casimiro que murió hace ya varias décadas en el olvido total es el primer tansfuga del que tengo memoria y no recuerdo uno que haya tenido una suerte diferente. La historia Dominicana es amplia y rica en casos de transfuguismo ya desde la guerra restauradora cuando el cambio de bandos estaba asociado a las posibilidades de colocarse cerca del poder de sus majestades españolas y donde el Marques de las Carreras, Pedro Santana era prodigo en ofrecer títulos y tierras. Así se cruzaron de azules a rojos, de bolos a coludos o de coludos a bolos hasta que Trujillo tuvo control absoluto del Estado. En todos los casos quien se vende y quien compra tienen la mismas expectativas. Unos quieren volver al poder y otros creen que pueden mantenerlo. La semana pasada cuando leíamos el reporte del colega JMC para Le Monde sobre el proceso electoral que terminó con la elección de Danilo Medina en el 2012 el periodista Frances destacaba la compra de opositores. El hecho de que Leonenl Fernández a la sazón presidente saliente indicara en NY que tenía 40 mil millones para garantizar la elección de Medina, puede explicar cómo se hacían las cosas. Entonces no existía el PRM y los dirigentes del PRD se quejaban amargamente de que los morados le compraban dirigentes. Entonces el transfuguismo era malo para los perredeístas y bueno para los peledeistas. Ahora ocurre lo contrario y las expresiones son las mismas. Los alcaldes, vicealcaldes y miembros del Comité central del PLD que están emigrando tanto para el gobierno como para la fupu no lo hacen por convicciones políticas y eso lo sabe todo el mundo. ES oportunismo puro y duro. Quieren permanecer en el poder y eso quien lo garantiza en este momento es el PRM. El partido de gobierno no le importa el perfil ético de sus nuevos miembros solo le importa sumar votos y si usted lo duda pregunte por el alcalde de Jaquimeyes que sabía sería condenado por corrupción administrativa y que una semana antes paso al oficialismo. Los ediles de Jaquimeyes no han tenido tiempo para aplicar la ley y el alcalde sigue en el puesto pese a la condena que incluye inabilitacion para el ejercicio de cargos públicos. La sociedad dominicana es la gran perjudicada por este proceso que en líneas generales fomenta la impunidad y deja en las direcciones locales y en el tren administrativo del estado a gente que se compra y que se vende y quien hace eso no es ni bueno ni lo mejor. Fata mucha gente por comprar y mucha gente por venderse.