Hace tiempo que una tiene que aguantarse cuando sabe de políticos ladrones que salen a la luz pública predicando todo lo contrario a su práctica cotidiana. Aunque la Academia permite decirle ladronazos, la falta de documentación para argumentar cualquier información aunque sea vox populi nos obliga a callar. La publicación de los informes de contraloría dispuesto por el presidente de la República a funcionarios de su propia gestión es un paso relevante hacia la transparencia y al propio tiempo un freno a los desmanes de los políticos sobre la cosa pública. Se puede decir que son irregularidades y vicios que no comprometen una responsabilidad legal pero no se puede negar que el funcionario tal o cual conocía de una anomalía y le dio para alante. Gente que aspira a posiciones electivas tienen ahora un handicap público que cualquier opositor y o cualquier periodista señalará en su momento y eso señores es histórico. En un día la CAASD de Fellito Suberví firmó contratos con empresas y suplidores, previamente seleccionados por 2, 229 millones de pesos. A Neney Cabrera, que tiene una agresiva campaña de publicidad por la alcaldía de la capital, le determinaron irregularidades en el PROPEEP por cerca de 600 millones de pesos y claro está se destacan las irregularidades en los procesos de compra bajo distintos alegatos. En Ministerio Administrativo de la Presidencia se detectó la entrega de cheques a personas distintas a los beneficiarios sin carta de autorización, lo que representó un gasto de RD$ 97 millones 313 mil 738 y compras bajo la modalidad de “compras menores” que no poseen oficios de solicitud, lo que implican RD$ 134 mil 834. En el Ministerio de Industria y Comercio, en donde realizó un contrato de arrendamiento con opción a compras mensual de RD$ 20 millones 414 mil 323. 95. Otras de las debilidades en el organismo dirigido por Víctor (Ito) Bisonó es el pago de nóminas por servicios especiales son aplicar los descuentos a la Seguridad Social que implica montos superiores a los 12 millones 177 mil 140. El informe sobre la auditoría al Ministerio de Relaciones Exteriores, revela que allí se realizaron pagos de nómina utilizando un objeto de gasto diferente al que corresponde, indicando que fueron pagados más de RD$317 millones de pesos. Por lo conocido hasta ahora en algunos casos se trata de inobservancias y en el otro puro tigueraje. Seleccionar previamente las empresas que irán por contratos de 2 mil millones no es paja de coco. Tampoco lo es pagar 41 millones de pesos por servicios que no fueron contratados en el caso de Neney. En un país donde los números en los casos de corrupción nos han sorprendido a todos y todas podría argumentarse que es una tontería pero eso se hace con el dinero público que es el dinero de nuestros impuestos. Hay gente que recibió un golpe de bolsón de donde no lo estaban esperando. Hay otras que se recuperaran pero saldrán lastimadas.