La presencia de Andy Dahuajre en un tribunal, forzado por una declaratoria de rebeldía, solo indica que los intocables están en vías de extinción y que la impunidad como garantía para una corrupción sin sobresaltos ya no existe. La orden de detención desaparecía con su sola presencia pero tuvo que ir. Andrés Dahuajre pertenece a un grupo que siempre se ha sentido intocable, por encima del bien y del mal y sobre todo por encima de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de este país. Desde que superó sus ambiciones políticas en la malograda aventura del Movimiento Moderno en la década de los 80 se dedicó con intensidad a predicar las bondades del neoliberalismo para el mundo de los negocios. Siempre recuerdo su insistencia en la ineficiencia de los productores dominicanos y en que no había necesidad de comprar arroz criollo caro si se podía importar barato desde vietnam. Desde los 90 se dedicó a ser asesor de todos los gobiernos habidos y por haber y fue el corredor de la primera emisión de bonos soberanos en el gobierno de Hipólito Mejía. En la ley para la emisión de bonos quedó establecida la comisión para el corredor. Corrió tanto que llegó hasta Odebrecht y esos son 30 años de carrera. Se le atribuye ser “el turco” de los codinomes usado por la empresa brasileña para identificar a los sobornados de la República Dominicana y se iba a quedar en atribución porque el ex procurador y ahora preso en Najayo, Jean Alain Rodríguez archivó su caso. La terquedad de Guido Gómez Mazara lo tiene en los tribunales. El caso Odebrecht despertó la inercia del pueblo dominicano frente al desmadre de la corrupción en el gobierno de Danilo Medina. Fue el único caso que no pudieron negar porque la información la ofreció la propia empresa. Pero el ministerio público al servicio del partido de gobierno, encarnado en la figura de YANALAN Rodríguez, le resolvió a Andy y a otros cuyos nombres no puedo decir para no caer presos. Todas y todos sabemos que lo que se conoce en los tribunales como el caso Odebrecht es la farsa que Danilo Medina quería que se conociera. Punta Catalina no está en el paquete. Para quienes no tenemos prisa el Odebrecht 2.0 anunciado ya desde la procuraduría es una esperanza de justicia.