Luis Abinader ganó las primarias del PRM tal cual estaba previsto sin sobresaltos. La votación fue masiva y ordenada. El fantasma de las trifulcas por las luchas internas parece ser cosa del pasado y los memes sobre el alza de precios de las sillas plásticas se quedaron a la espera de su uso. El proceso del PRM de ayer fue un ejemplo de civismo electoral. Hay que sacarle su comida aparte a la Junta Central Electoral por un eficiente conteo que puede ser un ensayo del proceso electoral nacional. Aunque con un universo reducido en un 12% el trabajo de la JCE hay que aplaudirlo. Para Abinader el triunfo sin cuestionamiento alguno, porque un 90% no deja margen para ello, facilita el fortalecimiento de su liderazgo a largo plazo. Hasta ahí todo es color de Rosa, aunque en términos municipales ese partido tiene que verse si quiere capitalizar la imagen del presidente que en este momento es su principal activo. El PRM no ha creado un liderazgo de relevo y este proceso lo hizo evidente. En Santo Domingo Este, el municipio más grande, ganó Dío Astacio que igual que Manuel Jiménez es un perremeista de nuevo cuño. Busqué los resultados del 2016 que son el ejemplo más cercano al actual pues no estaba influenciado por la ola social que arrasó al PLD en el 2020. En el 2016, en la boleta del PQDC, Astacio obtuvo 36, 128 votos para un 10% de todos los votantes. Manuel Jiménez por el Frente Amplio 83 mil para un 23% y el PRM solo obtuvo 58 mil votos para un 15%. Un cabo me dijo que Astacio se ocupó de inscribir en el PRM a sus seguidores mientras Manuel Jimenez se enfrascó en una lucha por calar en un PRM que le aceptó porque no pudo construir un liderazgo en esa zona después del desastre que fue Domingo Batista. Los perremeistas volvieron al clientelismo básico pero divididos entre Adan Peguero y Bertico Santana quedaron detrás del pastor. En Santo Domingo Oeste, FRacnisco Peña que en el 2020 era del PRD y como seguidor de Miguel Vargas aliado del PLD, ganó la candidatura dejando claro que es el líder de las bases sin importar las cuchucientas denuncias de corrupción en contra de él y su hijo que controlaron el municipio durante 18 años. A los perremeistas de SDO no le importa que Peña se fuera con Vargas Maldonado, tampoco las denuncias de que pagaba más de 3 mil botellas y que la nómina del cuerpo de bomberos se pagaba a quienes no eran bomberos. Olvidaron que los Peña dejaron de cobrar y de recoger la basura y quizás solo tuvieron en la mente la torre Eiffel que Peña construyó como un árbol de navidad.