En los 14 meses de la presidencia de Luis Abinader ha puesto en retiro a 59 generales llámense así o llámense vicealmirantes o contralmirantes cuando se trata de marinos. Nadie duda que es un record y nadie duda que el record evidencia el desorden que ha caracterizado el manejo del Estado donde el generalato que, según Moscoso Puello llevamos en el corazón, ha sido un premio a las lealtades políticas y se dice que a lealtades tan difíciles de creer como la enlaces con el narco. Muchos de los jubilados no tenían ninguna posición en las Fuerzas armadas y aprendieron a permanecer callados a que el azar político o la presencia de un allegado le volviera a dar un turno al bate. En las Fuerzas Armadas de España hay 221 generales para un cuerpo de 134 mil soldados muchos de ellos desplegados en varios conflictos casi desconocidos en el mundo pero activos en la Europa oriental. Estados unidos promedia los 700 luego que el Estado Mayor conjunto iniciara una política de reducción de puestos al final de los conflictos de Irak y Afganistán. Las fuerzas armadas de EUA la integran un millón y medio de uniformados y los reservistas una cantidad similar. En República Dominicana son tantos que se llevan 59 en un año y apenas nos damos cuenta. Esos 59 van a casa con los privilegios que establece el estatuto militar y puedo decirles que nos cuestan caro. Eso va desde indemnización, pensión, subalternos cargados al erario y otras minucias. En un país donde los privilegiados que están en el sistema de seguridad social se jubilarán con menos del 20 por ciento de su ultimo salario los generales, como los congresistas tienen una jubilación de lujo y la proliferación de generales se convierte en un fardo pesado para las cuentas nacionales. La transparencia no es una virtud del uniforme dominicano aunque debería serlo. El ministerio de defensa que anda buscando un código con privilegios propios de la manigua debería publicar no solo el numero de oficiales llamados superiores sino qué servicio le dan al país para justificar convertirse en una clase privilegiada.