La participación del presidente Abinader en el encuentro de medios Corripio que le da la más alta exposición mediática posible porque son cuatro periódicos, tres canales de televisión y varias emisoras de radio es el campanazo de salida de su campaña reeleccionista. Y su punto de partida es la frase en la que destaca que está hoy mejor posicionado que en julio del 2020 cuando ganó las elecciones con un 52% del electorado. No hay que ser de la NASA para darse cuenta de que su escenario es mejor. No es lo mismo ser un candidato opositor a un régimen que tenía 16 años controlando el estado que aspirar a la presidencia desde la misma posición. La mayoría de las encuestas conocidas y con cierta credibilidad colocan al presidente en una franja que va del 48 al 55% de la preferencia de voto antes de anunciar su participación en la contienda interna de su partido. Aunque todos entendían que el hombre iba el decirlo siempre suma un pequeño porcentaje a esa intención de voto. Por los resultados de una investigación que trascendió ayer el llamado frente opositor tampoco hará ruido. La Franja Fupu.PLD sigue estancada en alrededor de un 35%. Con esa buena pro al presidente candidato lo único que puede adversarle es la población crítica. La que reacciona al uso de fondos públicos. La que rechaza el poder del estado para perpetuarse en el control del estado. Esa franja es una minoría pero influye en la otra que le llevó al poder. Al decir que cumplirá la ley electoral y con una oposición defendiendo el relajo de la misma, el presidente se convierte en el gran beneficiario de las demandas de sus propios opositores. Dijo ayer que los actos del candidato serán bajo techo, que su equipo de campaña debe recesar en la administración pública. Pero yo me pregunto cómo se cambiará la camisa. Cómo vamos a distinguir el uniforme del presidente del uniforme del candidato. La ley no le obliga a tomar licencia pero él le pidió a su predecesor que la tomara. A un presidente que fundamenta su campaña en la ética y la transparencia decir digo donde dijo diego no le queda bien. Por encima de la ley puede marcar una diferencia. Falta medio año para el proceso electoral presidencial no tiene que tomar la licencia ahora pero es tiempo suficiente para que lo piense y con una decisión cambiar una cultura.