Quienes vieron, o quienes soportaron ver, el debate de los aspirantes a diputados del PRM por la circunscripción uno se dieron cuenta de que en esas cabezas no hay una sola idea nueva, quizá no hay una idea de ningún tipo que no sea la aspiración individual de ir al congreso. Si me preguntan para qué sirvió el ejercicio yo diría que no sé por quién votaría pero sí sé por quién no votaría en esa circunscripción que no es la mía. Si en la circunscripción donde prevalece el mayor nivel académico y en la que están concentradas las universidades el partido oficial no logra llevar a nadie con ideas propias que será en el resto del país. Aun para los más escépticos este proceso es esperanzador porque plantea la agonía de una clase política dañina al interés nacional que se niega a desaparecer pero que está siendo acorralada por la biología. El pasado sábado estuve en Santiago en un taller junto al querido Jesús Díaz, y uno de los datos notables de la carretera es darse cuenta que por primera vez no observé una sola candidatura municipal o congresual de los Partidos Reformista o Revolucionario Dominicano. Pareciera que por lo menos en el Cibao donde están los únicos senadores reformistas nadie aspira a ninguna posición por los colorados. Lo propio pasa en el PRD donde el buey hace mucho dejó de jalar o solo lo hace para MVM. Una carretera no es prueba de la debilidad o fuerza electoral de un partido pero es una muestra representativa. También es una muestra del ejercicio de la fuerza a papeletazo limpio como es el caso del aspirante a senador por Monseñor Noel llamado Orlando Martinez que hastía al que transita por la citada vía con sus cuchumil afiches y vallas. Si por propaganda gráfica es Martínez tiene la ñoña terciada aunque ningún afiche ni valla tiene ninguna propuesta, como no la tienen ninguno de los candidatos del oficialismo. Si los aspirantes del Distrito Nacional no conocen como funciona el sistema educativo y no tienen idea del impacto de la ley de seguridad social, qué se puede esperar de quienes aspiran desde las provincias. La política sigue siendo el modo más facil de ascenso social personal sin ningún compromiso con la gente. Por eso es visto como herencia y supongo que esa herencia presiona los aparatos partidarios. El hijo de Leonel hereda, el hijo de Orlando Jorge hereda, el de Monchi Fadul, el de Mariotti, el de Chu, el de Vicente, el de Fello. Ninguno tiene méritos propios pero es muy posible que vivan toda su vida de los impuestos que pagamos nosotros.