El lunes cuando comentamos el anunció del presidente Abinader de que buscaría una repostulación y en el que tomó como referente la honestidad y transparencia de su gestión dijimos que su problema sería garantizar que los funcionarios de su administración, empeñados en puestos electivos para sí o para otros, entendieran el mensaje y no hicieran lo que siempre se ha hecho, que es usar los recursos públicos en beneficio de sus intereses. Ayer la JCE emitió una resolución conminando a los funcionarios públicos a abstenerse de usar los recursos del estado a su favor o los de terceros y eso aporta a nuestra democracia y ayuda a Abinader en su apuesta a la transparencia y sobre todo de tratar de diferenciarse de las gestiones anteriores. Uno de los problemas grandes que tiene el presidente y desde hoy precandidato es que él quiere ser diferente y la mayoría de su partido se empeña en ser más de lo mismo. Contrario a la resolución de admonición a los partidos sobre la propaganda partidaria y la campaña a destiempo, esta resolución de la JCE es de fácil aplicación. No es tan difícil demostrar el uso de recursos públicos y los funcionarios podrían recibir penas de hasta 3 años de cárcel. Muchos dirán que nunca ha pasado pero en los últimos 3 años han pasado muchas cosas que no habían ocurrido nunca sobre todo el sometimiento de funcionarios y exfuncionarios. Si el presidente quiere hacer prevalecer su discurso inicial esa será su primera prueba. Extrañamente la ayuda de la oposición será importante porque nadie más que la oposición para identificar el uso de los recursos públicos porque además tienen mucha experiencia en eso. Por demás, le conviene estar atentos ahora que no tienen el sartén por el mango. Las encuestas conocidas esta semana y no publico porque no sé quien las pagó permanecen sin cambios. La aceptación del mandatario sigue por encima del 60% y las preocupaciones fundamentales de la población son las mismas: la delincuencia común y el alto costo de la vida. El tema de corrupción que llegó al 80% en la ultima gallup de la gestión de Danilo Medina, está por debajo del 5% en la preocupacion de la ciudadanía. El presidente Abinader está posicionado por encima del 60% en aceptación de la población mientras su partido apenas supera el 40 para cualquiera que no sea entendido eso significa que las prácticas del partido son rechazadas y las del presidente son aprobadas.