Willle Jaiver, ex pareja de Yokairy Amarante se bebió una cerveza para celebrar que dos sicarios le habían arrojado ácido del diablo a la joven y con ello provocado lesiones permanentes en su cara y cuerpo. Se le atribuye brindar porque Yokairy no volvería a reírse con nadie. Cuando Willie pase su primera hora en el 15 de azua, la cárcel donde deberá pagar sus 30 años de condena por el hecho junto a sus socios en el acto, deseará no una sino muchas cervezas. Es más yo supongo que Willie se conformaría con agua fría permanente pues la temperatura media del 15 es 35 grados Celsius y se considera el presidio más hostil del país. Con los 30 cantados a este grupo se des incentiva a otros que puedan incurrir en la misma actividad que se convirtió una práctica popular contra mujeres de parte de ex parejas despechadas. Como es normal en este caso hombres que se creen dueños del cuerpo y del destino de otras personas. En este país tenemos que trabajar cada hora para advertir que nadie es dueño de nadie y cada palabra que se pronuncia denostando a la mujeres o negando sus derechos contribuye a que los Willies ricos y pobres se sientan fortalecidos en un machismo que solo se ha controlado en países donde la ley está por encima de la cultura ancestral. Saber que tienes pendiente 30 años en el 15, el mismo día en que la procuradora le dice a otros imputados que corran, que no importa porque un día caerán ayuda a un cambio de opinión. Nuestros familias machistas porque hay que incluir a hombres y mujeres, padre y madres, hermanos y hermanas, solo entienden esto cuando el dolor les llega. Porque como en todo, la mayoría piensa que eso queda en los reductos marginales de la sociedad y que eso no le tocará.